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El FMI y Argentina alcanzan un acuerdo preliminar de 50.000 millones de dólares

Argentina alcanzó el jueves un acuerdo preliminar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener una línea de crédito "stand by" por 50.000 millones de dólares, con el que el Gobierno busca llevar calma a los inversores tras recientes turbulencias financieras.

8 junio, 2018 06:04

La noticia tranquiliza a un Gobierno que en mayo tuvo que lidiar con las ventas de divisas que llevaron a una fuerte devaluación del peso y a una importante alza de los tipos, lo que a su vez avivó una ya elevada inflación y golpeará el crecimiento.

"Estamos muy contentos porque (el acuerdo) nos va a permitir financiar el camino hacia el equilibrio fiscal", señaló el ministro argentino de Hacienda, Nicolás Dujovne, en una conferencia de prensa realizada junto al presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, tras conocerse el acuerdo.

Paralelamente, el Gobierno argentino anunció que obtuvo financiación adicional por un total de 5.650 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM) y la Corporación Andina de Fomento (CAF).

La línea crediticia por tres años, de la que Argentina usará un 30 por ciento ni bien sea definitivamente aprobada por el directorio del FMI el 20 de junio, permitiría al presidente liberal Mauricio Macri evitar nuevas dificultades financieras en su prevista búsqueda de la reelección en 2019.

"El acuerdo stand by del FMI con Argentina es más grande que lo esperado y establece planes y metas que de todas maneras coinciden con lo que el Gobierno quiere", dijo el economista Iván Werning.

Los desembolsos deberán ser devueltos por Argentina en ocho cuotas trimestrales tres años después de ser utilizados, detalló un comunicado del Gobierno, que explicó que la tasa de interés dependerá de la cotización de los derechos especiales de giro (DEG) del FMI y de los montos que el país sudamericano use.

Como parte del acuerdo, Argentina acelerará el ajuste fiscal que está llevando a cabo para reducir su déficit primario, que deberá ser del 1,3 por ciento del PIB el año próximo -frente al 2,2 por ciento previsto anteriormente- para alcanzar el equilibrio fiscal en 2020.

Por otro lado, el acuerdo prevé unas pautas de inflación del 17 por ciento para 2019, el 13 por ciento en 2020 y el 9 por ciento en 2021. Tras la devaluación del 25 por ciento que sufrió este año el peso argentino, los analistas estiman que la inflación del 2018 se ubicaría alrededor del 27 por ciento.

Luego de haber fijado inicialmente un pronóstico de inflación de entre 8 y 12 por ciento para este año, el presidente del Banco Central de Argentina dijo que la entidad ya no tiene meta para 2018.

Argentina dijo que, en el marco del acuerdo, enviará al Congreso un proyecto de reforma de la carta orgánica del Banco Central para reforzar su autonomía.

"Las reformas de Argentina merecen el respaldo del FMI y de la comunidad internacional", señaló a través de un comunicado la directora gerente del organismo, Christine Lagarde.

Las turbulencias de los mercados argentinos, que comenzaron a finales de abril, llevaron al Gobierno a endurecer su meta de déficit fiscal para este año al 2,7 por ciento, desde el 3,2 por ciento previo.

Pero la búsqueda de ayuda financiera del FMI no fue bien recibida por buena parte de los argentinos, que aún culpan al organismo por el colapso económico de 2001-2002, que derivó en una aguda crisis financiera y arrojó a millones de personas a la pobreza.

En su comunicado, el FMI insistió en que su programa de financiación para Argentina apuntará a proteger a la población más vulnerable y a impulsar la economía doméstica, que recién el año pasado salió de una larga recesión.

Sin embargo, la popularidad de Macri ha caído desde que comenzaron las conversaciones con el FMI y varios analistas creen que sus opciones de ser reelegido en 2019 -algo que hasta hace poco era visto como casi seguro- han bajado.