El presidente de EEUU, Donald Trump, ha roto su silencio sobre el comportamiento de las divisas y las decisiones de la Reserva Federal (Fed), el banco central norteamericano. Y lo ha hecho como acostumbra, sin causar indiferencia.

"He puesto a un gran hombre al frente de la Fed, pero no tengo que estar necesariamente de acuerdo con él", ha señalado Trump en la CNBC en referencia a las subidas de los tipos de interés que está realizando la entidad presidida por Jerome Powell. "No estoy emocionado. No estoy contento con eso", ha añadido.

"Estoy dejándoles hacer lo que creen que es mejor", ha concedido luego, en un mensaje que pone en entredicho la independencia de la Fed. De hecho, este comentario ha obligado a la Casa Blanca a emitir un comunicado posterior para dejar claro que "por supuesto, el presidente respeta la independencia de la Fed".

"EL YUAN ESTÁ CAYENDO COMO UNA ROCA"

Pero Trump aún ha ido más allá. El presidente de EEUU ha hecho referencia a la expansiva política monetaria vigente en la Eurozona, que está propiciando "la caída de su divisa". Acto seguido, la mención ha sido para el yuan chino, que este jueves ha caído hasta su cambio más bajo contra el dólar en un año. "El yuan está cayendo como una roca", ha expuesto de manera gráfica. Como contrapartida el dólar se está apreciando contra ellas, y "eso nos pone en desventaja [a EEUU]", ha rematado.

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En cuanto estas palabras han llegado al mercado, la reacción ha sido inmediata. El euro, que se debilitaba hasta los 1,16 dólares, se ha estirado hasta los 1,167 dólares en cuestión de minutos. Luego, eso sí, ha apaciguado su impulso y se ha frenado hasta los 1,164 dólares.

Con estas declaraciones, Trump constata que, junto a los aranceles u otras medidas similares, el 'tablero de las divisas' está llamado a desempeñar un papel relevante en la escalada de la tensión comercial con China y, tal vez, con la Eurozona. Las caídas del euro y el dólar, puesto que ambas monedas acumulan descensos superiores al 7% contra el dólar en los últimos meses, parecen haber agotado la paciencia del presidente estadounidense sobre esta cuestión. 

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