El miedo a la recesión ha provocado que estas últimas semanas los inversores huyan hacia los mercados de renta fija, considerados tradicionalmente ‘más seguros’ que las bolsas. El movimiento de flujos ha provocado fuertes subidas en los precios de los bonos, con la consiguiente caída de las rentabilidades (que se mueven de manera inversa al precio).

La huida masiva hacia activos considerados refugio ha desencadenado momentos que pocas veces se habían visto antes. Al menos de forma tan continuada. La curva de tipos se ha invertido en varias ocasiones en EEUU, con la rentabilidad del bono a dos años superando la del papel a diez años. Alemania colocó la pasada semana una emisión de deuda a 30 años con cupón cero y a tipos negativos. Incluso la rentabilidad del bono español a diez años rozó los númerosrojos durante los momentos de mayor tensión de la sesión del pasado jueves.

Los expertos advierten ahora de que la situación no solo se está dando en los mercados de deuda pública. Los bonos corporativos también están absorbiendo esa demanda de los inversores, provocando que la deuda que cotiza ya a tipos negativos se haya disparado en este segmento del mercado. Según datos recopilados por la firma de análisis Bianco Research, los bonos corporativos con tipos negativos superan ya el billón de dólares a escala global, en una situación que puede calificarse como histórica. Para hacerse una idea, Bianco Research estima que, a principios de año, la deuda corporativa en negativo apenas superaba los 20.000 millones de dólares.

AMENAZA

En una entrevista concedida a la CNBC, el fundador de la compañía, Jim Bianco, advertía hace unos días de que esta tendencia “plantea una amenaza potencialmente peligrosa, especialmente si los vientos del mercado cambian y los tenedores de deuda que buscan ganar vía precios en lugar de rendimientos se quedan atascados con demasiado riesgo”. A su juicio, “el riesgo de tipo de interés de estos activos es enorme”. "El sistema financiero no funciona con tasas negativas y si la economía se recupera, las pérdidas que sufrirían los inversores no se parecerán a nada que hayan visto", alerta.

Desde la firma recuerdan que la mayor parte de la deuda con rentabilidades negativas se encuentra ahora en los mercados de Suiza y Japón, explicando que, en realidad, los emisores no ‘cobran’ aunque los bonos se sitúen en negativo, sino que el  mercado funciona como un símbolo de cuánto están dispuestos a pagar esos bonos por encima de la media.

A pesar de las tensiones que el mercado de deuda estadounidense está viviendo estas semanas, con varios episodios de inversión de la curva, un reciente informe de Bank of America Merrill Lynch estima que el mayor problema está fuera del mercado estadounidense. En concreto, estima que el rendimiento medio de los 27,8 billones de dólares que existe en deuda de grado de inversión denominada en divisa distinta al euro, apenas supera el 0,11%.

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