El pánico vuelve a campar a sus anchas por Wall Street. Los inversores acusan el miedo a que las medidas de contención para el coronavirus no sean suficientes y terminen por poner a EEUU en una situación similar a la que ahora atraviesa Europa. Ni siquiera la espera a posibles nuevos estímulos por parte de la Reserva Federal (Fed) contiene los índices.
Las caídas han sido contundentes desde primera hora en la Bolsa de Nueva York. El Dow Jones se ha dejado más de 1.300 puntos hasta los 19.832 enteros y ha perdido la cota clave de los 20.000 puntos. El Nasdaq ha perdido un 4,7% y vuelve a perforar los 7.000 puntos. Por su parte, el S&P 500 se desliza por debajo de los 2.331 enteros al ceder un 7,83%.
Los inversores dudan de que al término de su reunión formal mensual la Fed pueda sorprender con más medidas de estímulo después de haber recortado tipos hasta dos veces, por sorpresa y fuera de calendario, en el último mes. Además, a través de su brazo de Nueva York ha lanzado en las últimas semanas un fuerte paquete de inyección de liquidez en el sistema financiero, por hasta 1,5 billones de dólares.
Con este panorama de pesimismo, el precio del petróleo sigue desplomándose. La cotización del barril Texas, el de referencia en EEUU, alcanza niveles que no se veían desde hace 17 años. Este miércoles su gráfica se ha hundido hasta los 26,78 dólares en el caso del barril de Brent (-10,27%), mientras que el Texas se desplima un 18% hasta los 21,9 dólares. Es decir, mínimos de 2003. Todo en un contexto en el que ya hay casas de análisis como Goldman Sachs que sitúan el precio del petróleo en el entorno de los 20 dólares.
Ojo a la evolución del bono americano, que está en una rentabilidad del 1,2% mientras que el oro sigue su caída. En el día de hoy se ha dejado un 2% hasta los 1.495 dólares la onza.