La semana arranca una vez más en rojo para Wall Street. Después de varios intentos de rebote fallido durante la semana pasada, los inversores no logran recobrar el ánimo comprador tras el paso al frente con toda la artillería que la Reserva Federal de EEUU (Fed) ha anunciado este lunes apenas una hora antes de la apertura de la Bolsa de Nueva York.
El organismo presidido por Jerome Powell ha aprobado por unanimidad compras de deuda sin límites en varios activos de renta fija y nuevas medidas para favorecer la liquidez del crédito en EEUU. "La Fed se compromete a utilizar su gama completa de herramientas para apoyar a la economía de los EEUU en este momento difícil", ha señalado el contundente comunicado.
Los inversores vuelven a descontar que lo peor está por venir y tiemblan ante estas medidas desconocidas hasta la fecha en el organismo monetario estadounidense. El Dow Jones pierde un 3% y cotiza por debajo de los 19.000 puntos en una nueva sesión de pánico inversor. El S&P 500 iguala el recorte y apenas aguanta los 2.200 puntos. El tecnológico Nasdaq se deja un 2% y se sigue acercando a los 6.500 enteros.
El anuncio ha llegado justo después de que la administración Trump se haya topado con la oposición del Senado para una de sus propuestas de apoyo a la empresa estadounidense, una medida que los inversores esperaban con impaciencia. Sin embargo, parece que cala el mensaje de que más allá de las medidas de estímulo monetario y fomento de la liquidez se requieren con urgencia herramientas fiscales.
No solo eso, sino que la artillería de la Fed también se despliega después de unas duras declaraciones de James Bullard, el presidente de la Reserva Federal de St. Louis. El mandatario declaró este fin de semana que la economía estadounidense podría alcanzar una tasa de paro del 30% en el segundo trimestre si no se frena a tiempo el impacto del coronavirus.
Llamada a la estampida
Los analistas han visto en estas palabras la confirmación para los seguidores de los postulados de que lo peor está por venir y una nueva llamada a la estampida. Y esta huida se produce por primera vez de forma 100% digital, ya que tras algunos contagios por coronavirus en el parqué de la Bolsa de Nueva York, ha vetado la presencia de brókeres y visitantes por primera vez en su historia en una jornada abierta a negociación.
Mientras tanto, en el mercado secundario de deuda, la rentabilidad del bono estadounidense a diez años cae en más de 21 puntos básicos, hasta el 0,72%. Por su parte, los títulos a dos años caen aún con más fuerza en términos relativos y ceden hasta tipos del 0,26%.