El petróleo se convierte más que nunca en el foco de la sesión en la Bolsa de Nueva York. El crudo vive una jornada de descensos fruto del cambio de referencias de los futuros, pero también de unos depósitos cada vez más llenos. Una inestabilidad que se ha contagiado a Wall Street, donde los índices tratan de aliviar los fuertes descensos con los que arrancaban la sesión.
El Dow Jones se deja un 1,2% y logra aguantar los 23.900 puntos, mientras que el S&P 500 cede terreno un 0,7% en los 2.850 enteros. El tecnológico Nasdaq es el que mejor aguanta el golpe y en algunos cruces logra incluso mejorar su cierre del viernes pasado, por encima de los 8.700 puntos.
La jornada la de este lunes llega carente de grandes referencias macroeconómicas al otro lado del Atlántico. Algo que se ha traducido en una atención todavía mayor para el mayor desplome de la historia del barril de petróleo West Texas, cuyos derivados llegan a desplomarse un 320% hasta entrar por primera vez en la historia en terreno negativo. Y más allá de los -40 dólares. Una combinación fatal de vencimientos y sobreoferta están detrás del descalabro.
Ante semejante descalabro, que no hace más que sumar evidencias a la compleja recuperación económica que tendrá lugar una vez que se supere la pandemia del coronavirus, a media sesión las pérdidas se aligeraban con más medidas para combatir estos fatales efectos. En este sentido, la administración Trump y los líderes del Congreso están ultimando un acuerdo para facilitar liquidez a pequeñas empresas por hasta 310.000 millones de dólares adicionales a las medidas ya presentadas, según publica 'The Wall Street Journal'.
Esta medida de choque, junto a otras más que ven la luz en cada Estado, ayuda a devolver las ganancias también a algunas firmas del sector petrolero. Halliburton sube un 1,2% pese a haber publicado unas pérdidas netas atribuidas de 1.017 millones de dólares debido a un ajuste a la baja en el valor contable de sus activos por 1.073 millones.
Hidroxicloroquina, hamburguesas y petróleo
Peor les ha ido a Chevron, que se ha dejado un 4,2%, y a Exxon Mobil, un 4,7% a la baja. No obstante, el golpe ha sido mayor para Occidental Petroleum, que con caídas del 7,6% se convierte en una de las peores del S&P 500. En lo que va de año, sus acciones han pasado de comprarse a 42 dólares a venderse por menos de 13 dólares.
Las acciones de la suiza Novartis cotizadas en la Bolsa de Nueva York han subido un 0,7% después de conocerse que ha conseguido el visto bueno de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés) para llevar a cabo un ensayo aleatorio sobre pacientes de coronavirus con su fármaco hidroxicloroquina, el favorito de Donald Trump para tratar la infección.
Las grandes cadenas de restaurantes también se sitúan en el foco tras conocerse que desde pequeños establecimientos hasta gigantes como McDonald's (-2,4%) están presionando al Congreso para que apruebe un plan específico con ayudas al sector por hasta 240.000 millones de dólares de fondos federales. A pesar de que no hay confirmación oficial al respecto, todos los planes adelantados hasta ahora en la desescalada de medidas preventivas frente al Covid-19 contemplan la reapertura de restaurantes en una fase final de la vuelta a la normalidad.