CaixaBank celebra este viernes su junta de accionistas, prevista inicialmente para el 3 de abril,en un momento en el que los bancos sufren un duro castigo en bolsa ante el temor a una morosidad disparada. La entidad comandada por Jordi Gual llega a esta cita con los inversores con las espaldas bien cubiertas por parte de los analistas: es la única financiera del Ibex con recomendación de compra y su potencial alcista es del 45%.
En concreto, el consenso de mercado otorga un precio objetivo a CaixaBank de 2,24 euros por acción, desde los 1,5 euros que el valor ronda actualmente. Es cierto que, al igual que el resto del sector, sus títulos han sido ‘machacados’ con pérdidas del 44% en lo que va de año. Pero esta caída es la menos dramática de la registrada por los seis bancos que cotizan en el Ibex 35, con pérdidas del 48% para Bankinter o BBVA, de más del 50% en Santander o del desplome que sufren Bankia y Sabadell, con caídas del 60% y del 75% respectivamente.
CaixaBank es también el único banco del Ibex que mantiene una recomendación media de ‘compra’. En concreto, de los 26 analistas que siguen al valor, 16 aconsejan 'comprar' sus títulos, frente a 7 que recomiendan ‘mantener’ y con tan solo 3 consejos de ‘venta’ (también la menor cifra de todo el sector).
Avalancha de buenos consejos
Desde que la entidad presentó sus resultados el pasado 30 de abril, la avalancha de recomendaciones de ‘compra’ ha sido imparable. En concreto, 19 analistas han revisado sus perspectivas sobre la entidad desde esa fecha. Y de todos ellos, 14 mantienen o suben su consejo a ‘comprar’ y el resto recomienda ‘mantener’.
Es decir, la entidad no ha registrado ni un solo consejo de ‘venta’ desde que publicó sus cuentas del primer trimestre, con un beneficio de 90 millones de euros, un 83,2% menos tras provisionar 400 millones frente a la crisis del coronavirus.
La junta de este viernes ratificará estas cuentas, así como la propuesta de una nueva política de dividendos adaptada a la crisis. CaixaBank ya anunció la rebaja de la retribución con cargo a 2019 hasta los 0,07 euros brutos por acción (desde los 0,15 euros previstos inicialmente), justo un día antes de que el BCE recomendara al sector poner en cuarentena estas políticas de 'premio' al accionista.
Este será, precisamente, uno de los puntos calientes en la agenda de la junta. Pero los expertos coinciden en que el mensaje del presidente de la entidad, Jordi Gual, y del consejero delegado, Gonzalo Gortázar, irá en línea con una defensa de la solvencia que obliga a revisar las políticas retributivas de todo el sector.
La solvencia como prioridad
En este punto, CaixaBank, cuenta de nuevo con el apoyo de los analistas, que coinciden en que la entidad llega bien cargada de liquidez y solvencia para hacer frente a la crisis y para mantener, pese al recorte del dividendo, la obra social de la Fundación sin excesivas alteraciones aunque se enfrente a menores recursos con los que operar.
Nuria Álvarez, analista de Renta 4 Banco, insiste en que la entidad también ha modificado la retribución con cargo al ejercicio 2020, pasando a un pay-out (parte del beneficio que se destina a dividendo) del 30% frente al 50% anterior. Sin embargo, apunta a que “la idea es que distribuya en el futuro el exceso de capital por encima de un CET1 del 12% en forma de extraordinario, aunque, lógicamente, esta distribución estará condicionada al retorno de la situación macroeconómica a la normalidad y no se efectuará antes de 2021”.
Con el objetivo de incrementar su colchón de liquidez y garantizar sus niveles de solvencia, la alta dirección del grupo también renunció a la retribución variable del presente ejercicio. Y es que todo suma para proteger una ratio de capital que se mantuvo intacta a cierre de marzo, con el CET 1 en el 12,01%, desde el 12,03% de cierre de 2019. “El recorte en el dividendo suma 32 puntos básicos y compensa el impacto negativo de los mercados”, explica Rafael Alonso, analista de Bankinter.
El experto apunta a la capacidad de resistencia del balance frente a la crisis, ya que “la cartera de inversión está bien diversificada, la ratio de capital se sitúa en el rango alto del sector, la de liquidez alcanza máximos históricos y los indicadores de riesgo todavía son buenos”. De momento, la morosidad de CaixaBank se mantiene estable en el 3,6% con una cobertura del 58%. Alonso insiste en que “las métricas de solvencia y calidad crediticia son sólidas, pero el panorama macro es desafiante”, sobre todo en términos de rentabilidad.
Para evitar males mayores y compensar la esperada caída en el negocio de hipotecas y consumo, el sector está volcado ahora en el crédito empresarial. Según los últimos datos actualizados, CaixaBank ya ha concedido 14.000 millones de euros a las empresas al margen de las líneas avaladas por el ICO. Dentro de estas últimas, la entidad ya ha concedido 97.000 préstamos que suponen unos 8.500 millones de euros de financiación.