La inversión sostenible ha mostrado su resiliencia en estos primeros episodios de la crisis del coronavirus. A pesar de este punto favorable, Luis Martín, director de ventas de BMO Global AM, señala que este episodio va a suponer “un paréntesis” para muchos proyectos encaminados a resolver problemas medioambientales.
Martín señala que ante la crisis económica que ya está azotando, “las prioridades de inversión en infraestructuras estarán en pausa durante un tiempo porque las prioridades ahora son distintas”. Sin embargo, el experto recalca que “cuando empecemos una normalidad, sin duda la agenda medioambiental estará otra vez como prioridad número uno”.
Este parón en algunos proyectos no será, sin embargo, impedimento para que la inversión sostenible siga siendo una prioridad en estos momentos de crisis. En este sentido, el experto de BMO señala que esta estrategia “tiene menos riesgo, menos tasas de impago, menos tasas de quiebra y es más conservadora”.
El experto señala que “el coronavirus ha sido una prueba de fuego” en la que la inversión con criterios socialmente responsables (ISR) “ha tenido un comportamiento bastante bueno”. En este sentido, subraya que “ha generado casi cuatro puntos de rentabilidad adicional frente a la inversión tradicional”. Un dato que, en su opinión, “refuerza la idea de que la inversión sostenible es menos volátil”.
Todos estos son argumentos que llevan a BMO a considerar que “la inversión sostenible tiene que ser estratégica en cualquier cartera de inversión”. Aquí apunta Martín que “en España estamos todavía un poco lejos de nuestros países vecinos en Europa, donde la inversión sostenible pesa en torno a un 40% de las carteras”.