Wall Street cerró del primer semestre del año con marcas muy dispares para sus índices de referencia y caídas en esta última sesión de junio. A los inversores se les agotan los argumentos para extender la remontada, aunque se aferran a ella a pesar del incremento de contagios en EEUU y el freno a la reapertura económica que han tenido que decretar varios estados.
La brecha entre el tecnológico Nasdaq y otros de los grandes índices de la Bolsa de Nueva York es abismal. A las ganancias del 10,6% en lo que va de año del primero se contraponen pérdidas del 10,6% en el Dow Jones y de cerca del 6,3% en el S&P 500. Estos más de 20 puntos de distancia marcan máximos insólitos desde el cambio de semestre de 1983. Un récord de casi 40 años.
Este martes, el mismo Nasdaq que ha logrado sumar más de un 43% desde sus mínimos del pasado marzo, logró crecer un 1,9%, hasta recuperar los 10.000 puntos. El Dow Jones ganó un 0,9% hasta superar los 25.500 puntos y el S&P 500 creció un 1,5% por encima de los 3.000 puntos.
Los inversores permanecieron muy atentos a las comparecencias de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, y Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de EEUU, en el Comité de Servicios Financieros del Congreso estadounidense. Aunque sus intervenciones son más un trámite requerido para poder aprobar el paquete de ayudas y estímulos de hasta 2 billones de dólares que está ultimando la Cámara, cualquier pista sobre sus previsiones económicas será decisiva.
En este sentido, conviene señalar que más allá del repunte de contagios que sigue disparado en varios estados del centro y el sur del país, varios estados están anunciando oficialmente la ralentización de sus planes de reapertura. A California, el más poblado de toda la nación, se suman ahora Nueva Jersey y Nueva York.
El fiasco del PMI vs. China
Desde el plano económico, los inversores dejan en un segundo plano el incremento del 4% en vivienda del que da cuenta el índice de precios de S&P Case-Shiller. Y es que, cumple con las previsiones. Sin embargo, el que se focaliza solo en las 20 mayores ciudades de EEUU muestra un repunte de solo el 0,3% que se queda dos décimas por debajo de su anterior lectura y de la previsión de consenso.
Así, poco ayuda que los índices de actividad sectorial PMI de China no solo hayan batido pronósticos, sino que hayan confirmado su entrada en territorio expansivo. En mayo, el de manufacturas repuntó hasta los 50,9 puntos básicos, mientra que el de servicios alcanzó los 54,4 puntos.
Es así que el PMI de Chicago se ha quedado en 36,6 frente a los 45 que esperaba el consenso de economistas. Un jarro de agua fría frente a las cifras procedentes de Pekín. Mientras tanto, el índice de confianza de la Conference Board ha subido desde los 91,8 que aguardaban los expertos a los 98,1 puntos, aunque aún por debajo de los 100 que señalan la frontera con terreno expansivo.
Wells Fargo recorta dividendo
En lo corporativo, Lululemon Athletica subió un 6% después de conocerse que comprará la firma de productos para el deporte doméstico Mirror por 500 millones de euros.
Caídas del 0.4% para Wells Fargo después de haber sido uno de los pocos grandes bancos que ha anunciado que, en atención a sus recientes test de estrés, recortará su política de dividendos.
Mientras tanto, las acciones de Boeing cayeron un 6% después de haber conseguido alzas del 14,4% al cierre de ayer lunes, cuando la compañía logró los permisos para iniciar los vuelos de prueba y certificación de su avión 747 Max, que a lo largo del año pasado se vio implicado en dos accidentes. El paso adelante para que este modelo pueda volver a surcar los cielos se ganó el aplauso de los inversores, que hoy moderan su euforia.