La pandemia del Covid-19 ha puesto de relieve las fortalezas del mundo emergente, tanto en lo que a sistemas sociales se refiere, como en gobernanza y, en muchos casos, en la atención sanitaria. En la última década hemos visto progresos concretos en términos de reformas, tanto desde el punto de vista fiscal como corporativo. Como resultado, se ha producido un fortalecimiento financiero y de los balances corporativos de las economías emergentes que han mostrado una gran resistencia desde el comienzo de la crisis.
Además, a nivel corporativo, muchas de las compañías innovadoras en un rango de sectores clave se concentran en estos mercados, incluyendo tecnología, consumo y finanzas, afianzando el optimismo sobre estas empresas y sobre algunas de las economías emergentes.
En Asia, todos los mercados de renta variable registraron fuertes ganancias en el segundo trimestre. En el mercado de valores de Taiwán, gracias al control efectivo de la pandemia, los pesos pesados del sector tecnológico experimentaron un rally. En India, la relajación de las medidas de confinamiento aumentó las esperanzas de recuperación de la economía e impulsó la renta variable, a pesar de un estallido en las tensiones fronterizas con China.
Contención e innovación
La cotización de las acciones en Corea del Sur comenzó a escalar a medida que las autoridades desplegaron sus medidas de estímulo monetario y fiscal para apuntalar la economía, mientras que los inversores ignoraban las amenazas militares de Corea del Norte.
La renta variable china avanzó con la mejora de datos económicos, aunque el resurgimiento de las fricciones entre EEUU y China y un nuevo brote de coronavirus en Pekín redujeron el entusiasmo de los inversores en este mercado.
Los mercados latinoamericanos se unieron al repunte global, mostrando una mejora en las tendencias de movilidad a medida que los gobiernos continuaban relajando las medidas de distanciamiento. Los mercados emergentes de Europa, Oriente Medio y África registraron también un buen trimestre, con Sudáfrica, República Checa y Polonia a la cabeza.
Entre los fondos de inversión registrados para su comercialización en España, la categoría VDOS de renta variable internacional emergentes, que cubre un amplio rango global de estos mercados, no queda aún en territorio positivo por rentabilidad en lo que va de año (-6,74%) pero hay diversos ejemplos con resultados notablemente superiores.
Fondos líderes
De una selección de estos fondos, con la máxima calificación cinco estrellas de VDOS y aportación mínima de hasta 6.000 euros, el mejor comportamiento es el de la clase A en dólares de MSIF Emerging Leaders Equity que se revaloriza un 14,6% desde el pasado 1 de enero. A un año, su rentabilidad es del 24,6%, con un dato de volatilidad en el mismo periodo del 28%. Con un horizonte de inversión a largo plazo, la inversión del fondo se centra en los factores impulsores de crecimiento futuro en mercados emergentes, con un enfoque agnóstico en lo referente a índices de referencia, y buscando las oportunidades más atractivas.
Se construye así una cartera gestionada activamente de compañías posicionadas para beneficiarse de estos temas de crecimiento. Tomando como referencia el índice MSCI Emerging Markets (Net) Index, las mayores posiciones en la cartera del fondo corresponden a Alibaba Group (8,48%), Tencent (8,01%), Meituan Dianping (7,83%), Apollo Hospitals Enterprises (6,01%) y Mercadolibre (5,85%). Sus participes soportan una comisión fija del 1,9%.
También denominado en dólares, el Wellington Emerging Market Development Fund obtiene en el año una rentabilidad del 7,2% en su clase N de acumulación. En el último periodo anual se revaloriza un 15,4%, con un coste por volatilidad del 24,9%. Trata de obtener una rentabilidad total a largo plazo invirtiendo sin restricciones en valores principalmente de renta variable de empresas domiciliadas en mercados emergentes, que consideren que se beneficiarán de temas relacionados con el desarrollo estructural y económico de estos mercados.
Toma como referencia de gestión el índice MSCI Emerging Markets Index. Entre sus mayores posiciones encontramos nombres como Tencent (2,6%), ENN Energy (1,7%), China Gas (1,7%), Inter Rao Ues (1,6%) y Xinyi Solar (1,5%). La inversión en este fondo requiere una aportación mínima de 5.000 dólares (aproximadamente 4.426 euros) y se aplica una comisión fija del 0,8% y de depósito del 0,4%.
Denominado en euros, la clase BC de Nordea 1 - Emerging Stars Equity Fund avanza un 6,2% por rentabilidad en el año y un 19,9% a un año. En este último periodo, registra un dato de volatilidad bastante controlado del 22,3% que lo posiciona en el segundo mejor grupo de su categoría por este concepto, en el quintil cuatro. Su cartera de acciones, de alta convicción, se selecciona siguiendo un análisis bottom-up fundamental para identificar valores con un GARP (crecimiento a precio razonable) y un sesgo de alta calidad. El objetivo del fondo es batir al índice MSCI Emerging Markets Index durante todo un ciclo de inversión.
Si bien la selección de activos a incluir en la cartera integra el seguimiento de los factores de sostenibilidad ambiental, social y de gobernanza (ASG) como una herramienta de gestión de riesgo, este no es el principal impulsor de las decisiones de inversión. Sus mayores posiciones incluyen acciones de Tencent (9,34%), Alibaba (8,86%), Taiwan Semiconductor Manufacturing (7,98%), Samsung Electronics (7,02%) y Ping An Insurance Group (3,93%). Sus partícipes soportan una comisión fija del 0,85% y de depósito del 0,12%.
A medida que continuamos avanzando hacia una economía mundial basada en el conocimiento, podemos ver un aumento en la importancia de los activos intangibles. Son varios los mercados emergentes líderes en innovación, en áreas como comercio electrónico, aprendizaje electrónico, pagos digitales y banca móvil. Y es probable que esta tendencia continúe.
Por ejemplo, cuando el brote del Covid-19 ocurrió por primera vez en China, una de las principales empresas de enseñanza pudo convertir todos los cursos de aprendizaje en una plataforma online, que hasta entonces había estado ofreciendo en centros de aprendizaje localizados en 100 ciudades. Esto supuso que dos millones de estudiantes pudieran continuar con sus programas de estudio.
En tiempo de crisis las empresas necesitan adaptarse rápidamente, lo que puede conducir a la adopción de nuevas tecnologías. Hemos visto que la pandemia del coronavirus ha acelerado los desarrollos tecnológicos en todo el mundo, tal vez cambiando la forma en que compramos, aprendemos y recibimos servicios de atención médica de forma permanente.
***Paula Mercado es directora de análisis de VDOS