La proliferación de rebrotes del coronavirus y el miedo a un nuevo frenazo de la economía empiezan a poner nerviosos a muchos inversores. Esta vez la ‘vuelta al cole’ de los mercados trae el reto de no sucumbir a los nuevos episodios de pánico que pudieran producirse a imagen y semejanza de los ocurridos en marzo.
El nerviosismo y la tentación de deshacer posiciones es mayor ahora mismo precisamente entre aquellos inversores que aprovecharon las caídas por el estallido del coronavirus en Europa para estrenar o engordar cartera. Así lo explican varios gestores y asesores consultados por Invertia. El miedo a que las ganancias acumuladas puedan volatilizarse y tardar en volver a llegar está obligando a los profesionales del sector a recordar a muchos inversores con más frecuencia de lo habitual sus verdaderos objetivos y horizontes de inversión.
La estadística demuestra que vender deprisa y corriendo no suele ser buena estrategia. Más si, como ocurre ahora, el origen de los vaivenes del mercado está fuera de este y es de difícil predicción.
Ganar un 80% de las veces
Un reciente informe difundido por la gestora británica Schroders muestra que un 40% de los que hacen y deshacen posiciones en el mismo mes salieron perdiendo a lo largo del último siglo y medio en el S&P 500, el índice neoyorquino que acaba de alcanzar terreno positivo en el año.
Mientras tanto, los que aguantan posiciones en el selectivo por un plazo de cinco años consiguen ganar en un 80% de los casos. Incluso descontando el impacto de la inflación sobre la rentabilidad acumulada. Y eso por no mencionar como, según datos que baraja el economista Juan Ignacio Crespo, las remontadas han sido enérgicas tras los golpes de epidemias en el siglo pasado, de entre el 11% y el 34%.
En este sentido, los bandazos del mercado están suponiendo la principal dificultad añadida de este inicio de curso para diseñar estrategias de entrada y salida a corto plazo. Y no solo en términos de rentabilidad, sino también por lo que se refiere a sesgos psicológicos.
El director de inversiones de atl Capital, Ignacio Cantos, previene con los hechos de lo que podría suponer para muchos abandonar posiciones en el próximo episodio de turbulencias que esté por venir. “Los que se fueron en marzo, no han vuelto todavía”, advierte. Bien sea porque no han visto el momento de reincorporarse con claridad o porque las pérdidas que asumieron entonces aún les deja sin margen para invertir por ahora, lo cierto es que siguen fuera del mercado, según comenta el experto.
Morder el riesgo justo
La selección de valores para la composición de una cartera acorde al nivel de riesgo tolerable por cada inversor se convierte en clave de esta incierta ‘vuelta al cole’ de los mercados para Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4. “No creo que se pueda dar una recomendación a nivel mercado”, asegura, pero confía en que “las potenciales tomas de beneficios no deberían ser muy relevantes dado el persistente apoyo de las políticas monetarias expansivas” desplegadas por los bancos centrales.
Este es uno de los grandes acicates que Víctor Alvargonzález, socio y fundador de Nextep Finance, subraya cuando comenta que “hay gasolina suficiente para que las bolsas mundiales puedan seguir subiendo”. La recomendación genérica que, según explica a Invertia, extiende a sus asesorados es que aguanten posiciones. Eso sí, a excepción de aquellos que necesiten liquidez o entrasen ya convencidos de permanecer solo un mes y diseñasen su cartera con este objetivo temporal.
Para Alberto Iglesias, gestor de GVC Gaesco, “la clave está en qué compañías o sectores se está invertido, de cara a tomar la decisión de vender o mantener”. Aquí, su consejo es “hacer algo de caja” si se está muy ponderado en sectores como el tecnológico, mientras que se decanta por mantener “si se está invertido en sectores ligados al ciclo, porque se han quedado muy rezagados con respecto a otros sectores y a sus índices”.
La asistencia económica de los bancos centrales y las distintas administraciones sirven de colchón para las bolsas. Así lo explica Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities, al señalar que con este este aluvión de estímulos “hay pocas alternativas a la renta variable”. Eso si, el experto tiene un consejo claro para los que vayan a construir cartera en este arranque de curso: “Que diversifiquen geográficamente y sectorialmente”.
Más allá del Ibex
Esta recomendación se concreta en una sentencia: “Que miren más allá de la bolsa española”, explica López Figares. Un consejo en el que coindice con Alvargonzález, que explica que la situación de la economía española ha dejado muy atrás a su bolsa hay que ser muy selectivo por “las diferencias entre cada mercado”, pero que la bolsa es el activo rey. Quien diga que la renta variable no puede subir más, ni ha mirado los descuentos de flujos de caja futuros ni entiende que lo peor que uno puede hacer es enfrentarse a la Fed”, apostilla.
Aquí cobra una mayor importancia la reciente decisión del banco central estadounidense de adoptar un objetivo de “inflación promedio” que facilita la persistencia de los tipos de interés en mínimos históricos. Una maniobra que, según el consenso del mercado, seguirá facilitando el trasvase de inversiones hacia título de deuda a más largo plazo y, especialmente, hacia bolsas y activos alternativos.
La extrema vigilancia de un bombeo de liquidez como nunca antes se había visto en ambas orillas del Atlántico y las miras puestas en el desarrollo de la ansiada vacuna frente a la Covid-19, se consolidan como los principales motores de un inicio de curso inversor al que las turbulencias podrían llegarle desde el plano político.
Con este escenario como telón de fondo, el consejo más repetido es ajustar al máximo el perfil de riesgo y aguantar posiciones frente a los sobresaltos que podrían traer en las próximas semanas tanto la campaña presidencial de EEUU como un eventual ‘brexit’ con flecos sin rematar.