No hay dos sin tres. En las últimas dos semanas, tres miembros del consejo de BBVA han adquirido acciones de la entidad. Esta vez ha sido la independiente Ana Revenga la que ha salido de compras. La inversión de la hispano-estadounidense es especialmente significativa, ya que constituye su estreno como accionista del banco.
La consejera ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la compra de 10.000 acciones de BBVA en la Bolsa de Nueva York. La operación, que ha sido notificada ahora al supervisor español, se produjo el pasado jueves 3 septiembre, tal y como consta en el formulario donde se recoge que Revenga asumió un precio de 2,94 dólares por título.
Con estos números, la inversión con la que Revenga se estrena como accionista del banco español asciende a 29.400 dólares, unos 24.900 euros al cambio actual. Su debut inversor se produce seis meses después de su nombramiento como independiente en el consejo de BBVA, al que se incorporó tras la remodelación impulsada entonces por el presidente de la entidad, Carlos Torres.
Los fichajes de Torres
La consejera es uno de los tres fichajes señalados por Torres en febrero de este año para renovar la cúpula del banco. En su currículum figura haber trabajado para la Oficina de Estudios Monetarios y Financieros del Banco de España y, sobre todo, el desempeño de distintos cargos de responsabilidad en el Banco Mundial, institución en la que fue subdirectora económica entre 2016 y 2017.
Sus compras han llegado poco después que las de Raúl Galamba, uno de sus dos colegas ‘novatos’ en el consejo de BBVA. El también independiente comunicó a finales de agosto la compra de 10.000 acciones del banco, como adelantó Invertia. En aquella operación, la adquisición se saldó a razón de 2,46 euros por acción, con lo que el montante total de la operación ascendió a 24.600 euros.
Las compras del CEO
Solo unos días después, el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, notificó su segunda tanda de compras en la entidad desde el estallido de la pandemia. En concreto, informó a la CNMV de la compra de 50.000 acciones por 2,53 euros cada una el pasado 25 de agosto. El desembolso alcanzó los 126.500 euros.
Estas compras se están produciendo en un momento especialmente complejo para BBVA. A los inconvenientes que comparte con el conjunto del sector por la irrupción de la pandemia y la permanencia de los tipos de interés en mínimos históricos, se le suma la debilidad de Turquía, uno de sus principales mercados internacionales.
El castigo inversor está siendo tan abultado que, con un retroceso del 50% desde que empezó el año, BBVA ha caído a mínimos no vistos en los últimos 24 años. Es decir, los 2,5 euros por acción que ahora ronda su gráfica de cotización suponen mínimos desde 1996.