Las dudas se instalaron en Wall Street una jornada más. Los datos semanales de destrucción de empleo se convirtieron en la palanca que tira hacia abajo de los precios en la Bolsa de Nueva York, que sin embargo busca el rebote tras las correcciones sufridas previamente esta semana.
En este sentido, el pesimismo de la Reserva Federal de EEUU (Fed) y su estrategia de esperar y ver se topa con datos que dejan poco margen para el vuelco alcista. Por si fuera poco, siguen sin llegar las esperadas novedades de un acercamiento entre demócratas y republicanos para el establecimiento de nuevas ayudas y subsidios para empresas y particulares. La proximidad de las elecciones presidenciales dificulta que las discusiones entre ambas facciones estén llegando a buen puerto.
Con este escenario, el Dow Jones ganó un 0,2% hasta los 26.815 puntos. Un 0,3% mejoró el S&P 500, en los 3.246 puntos. Mientras tanto, el Nasdaq subió un 0,6% hasta los 10.896 puntos.
La polarización del discurso político hace que las dudas sobre la posibilidad de que vean la luz nuevos estímulos antes de que sea demasiado tarde para que su retraso suponga un nuevo castigo para la mayor economía del mundo, pesan en Wall Street. Los analistas se decantan cada vez más por una recuperación en forma de U en el mejor de los casos, de manera que la V se va alejando conforme persiste la pandemia.
Una insistencia de la que da cuenta el dato semanal de peticiones de ayuda al desempleo. A lo largo de los últimos siete días, otros 4.000 estadounidenses han solicitado este subsidio, de manera que se han alcanzado los 870.000 parados, lo que supera con holgura la cota de los 840.000 que preveían los expertos, aunque se queda una semana más por debajo de la cota del millón.
Casinos y bañeras
En el terreno corporativo, una de las protagonistas fue Penn National Gaming, que perdió más de un 7% después de haber anunciado una ampliación de capital de 14 millones de acciones con el objetivo de reforzar sus finanzas. La compañía de casinos y carreras deportivas busca resarcirse así en parte del golpe de la Covid-19 a su negocio. El efecto dilutivo y el descuento que se esperan provocan las ventas.
Mejor suerte es la que corrió Bed Bath & Beyond, que sumó un 4% a su gráfica después de conocerse que los analistas de UBS han mejorado su precio objetivo para la firma de decoración y bricolaje hasta los 13 dólares por acción, tres más que lo que hasta ahora le concedían.