Maquinaria bien engrasada y todo a punto para su puesta en marcha. Aunque la mayoría de banqueros optan por mantener un perfil discreto, nadie duda de que el proyecto de fusión de CaixaBank y Bankia va a acelerar el proceso de consolidación bancaria en España. “Tal vez no se produzca tan rápido como se dice, pero sí habrá nuevas operaciones en los próximos años”, coinciden los expertos.
Tras conocerse la pasada semana los detalles de la operación, los principales bancos del país empiezan a mostrar sus cartas ante la nueva ronda de negociaciones que se avecina, con algunas entidades mucho más predispuestas que otras a encontrar pareja de baile.
En el lado de los que ya se han descartado del proceso se sitúan Bankinter y Banco Santander. “Por su modelo de negocio, ratios de capital y solvencia, Bankinter no tendría ningún problema en continuar su andadura solo, aunque otras entidades le superen en tamaño en la nueva ronda de fusiones”, explica a Invertia un gestor de fondos nacional.
Más dudas tiene en el caso de Banco Santander, pese a que estos días la propia Ana Botín, presidenta de la entidad, ha dejado claro que ellos “juegan en otra liga” y que no hay prevista ninguna sorpresa en este sentido.
Eso sí, los expertos recuerdan que dar la espalda al proceso de consolidación es una actitud “típica” de los grandes banqueros del país. “El propio Gortázar aseguró en la presentación de resultados del primer semestre, a finales de julio, que no contemplaba ningún tipo de operación corporativa”, recuerdan.
BBVA, entre el sí y el no
Entre los grandes bancos, solo BBVA ha abierto la puerta a posibles operaciones. Aunque haya sido de manera muy tímida. El encargado de hacerlo ha sido el consejero delegado de la entidad, Onur Genç, al asegurar en un encuentro con analistas organizado por Bank of America que, aunque pueden seguir caminando solos, “en España puede haber oportunidades”.
El directivo, que en otras ocasiones se había mostrado más cerrado a esta opción para el banco, dejó claro que esas oportunidades solo se estudiarán si generan valor para sus ‘stakeholders’. Y, en un momento en el que la entidad se ha fijado el objetivo de ganar cuota de mercado en España, todas las miradas apuntan hacia Banco Sabadell.
La entidad se quedó soltera después de que CaixaBank le ‘robara’ su pareja de baile. Pero ya ha contratado a Goldman Sachs para analizar posibles operaciones para salvar una difícil situación que se refleja día a día en su cotización bursátil, la más deprimida de todo el sector con unas valoraciones por los suelos. El consejero delegado de la entidad, Jaume Guardiola, ha repetido estos días que Sabadell sigue su hoja de ruta, pero reconoce que tiene presente "cualquier otra posible alternativa estratégica" si supone creación de valor.
Una operación entre ambas entidades incrementaría el peso de BBVA en el segmento empresarial, con un buen posicionamiento en regiones como Cataluña o la costa mediterránea. Además, Sabadell fortalecería su modelo de negocio y sus capacidades digitales para seguir siendo competitivo frente a los grandes.
Unicaja y Liberbank, los favoritos
Sí que gusta, y mucho, la posibilidad de que Unicaja y Liberbank retomen sus negociaciones, tras haber cesado los contactos en febrero de este año al no alcanzar un acuerdo sobre el reparto accionarial de la entidad fusionada.
Nuria Álvarez, analista de Renta 4 Banco, recuerda que Liberbank cotiza actualmente a un precio sobre valor contable de 0,23 veces (estimación para 2020). “Si asumimos que pueda pagarse en la operación con Unicaja, en caso de salir adelante, un múltiplo de 0,3 veces (frente al 0,35 pagado en la fusión Caixa-Bankia) supondría un precio implícito de 0,3 euros por acción, lo que implica un potencial del 31% frente a los precios actuales”, indica la experta.
Unicaja siempre se ha mostrado abierta al proceso de consolidación. “Las operaciones corporativas son buenas si hay sinergias, mejoran la rentabilidad y aportan beneficios a los accionistas”, explican fuentes de la entidad a Invertia. "Como hemos dicho varias veces en el pasado, permanecemos abiertos a analizar todas las opciones que pudieran ser positivas e interesantes para nuestros accionistas", insisten.
Los analistas de UBS se encuentran entre los firmes defensores de esta unión, al ser “la mejor opción para que Unicaja redistribuya su exceso de capital que ahora lastra la rentabilidad, especialmente bajo las políticas más restrictivas por parte del Banco Central Europeo (BCE)". Según los cálculos del banco suizo, la operación no resolvería la falta de presencia de Unicaja en todo el país, “pero sí fortalecería su posición en dos o tres regiones y doblaría el volumen de su cartera de crédito”.
Y, si se nombra la fusión de Unicaja y Liberbank, nunca puede faltar la mención a Abanca, también abierta a nuevas operaciones pese al reciente acuerdo para adquirir Bankoa a Credit Agricole. En junio, la entidad gallega ya mostró interés en hacerse con el negocio de NovoBanco en España.
¿Dónde encajará Ibercaja?
En otro escalón sitúan los expertos a Ibercaja, a quien siguen viendo como una de las mejores posicionadas para ser comprada, una vez que la entidad salga a bolsa. “Nuestro planteamiento es seguir independientes y continuar impulsando el crecimiento orgánico en empresas, banca personal y privada”, explican a Invertia fuentes cercanas a la entidad. Es decir, ni comprar ni ser comprados.
Ibercaja cuenta, eso sí, con suficientes atractivos como para interesar a quien ya busca pareja para preservar una cierta competencia frente al nuevo gigante bancario que surgirá de la nueva CaixaBank: liderazgos provinciales y una histórica histórica prudencia en la gestión del riesgo que resulta clave en perídoso de crisis como el actual. “En cuanto al proceso de salida a bolsa, la prórroga nos da más tiempo para escoger el momento oportuno, pero nuestra hoja de ruta no ha variado: ser un banco cotizado”, explican fuentes de la entidad.