Rentamarkets busca refugio a la volatilidad del mercado en Faes Farma y Metrovacesa
La firma de inversión española advierte de que “el mercado no está poniendo en precio las amenazas de nuevos confinamientos”.
15 octubre, 2020 12:33Noticias relacionadas
Rentamarkets tiene lista su cartera para una recta final de año en la que espera “más volatilidad”. La gestora que preside Emilio Botín Jr. ha elevado su apuesta por acciones de compañías de consumo cíclico e industriales y por bonos de grandes tecnológicas. En el mercado español, solo Faes Farma y Metrovacesa se ganan su confianza.
Estas dos son las únicas cotizadas españolas que se hacen hueco entre las 46 posiciones que actualmente tiene Narval, el fondo de renta variable de la firma. En este sentido, José María Díaz Vallejo, cogestor del vehículo ha explicado que “en el último trimestre no se ha hecho ningún cambio”.
En su lugar, lo que han hecho los gestores de Rentamarkets es alterar el peso de algunas de las posiciones en cartera, fundamentalmente subiendo la apuesta por “negocios de alta calidad tanto de corte cíclico como defensivo y con sesgo hacia compañías grandes”. Una estrategia en la que los pesos pesados del Ibex 35 se siguen quedando fuera.
Ventas 'online'
Díaz Vallejo considera que “el mayor desafío al que se enfrentan las compañías en esta crisis es gestionar la caída de las ventas teniendo en cuenta que el coste fijo se mantiene”. Con base en este discurso, justifica su apuesta por H&M y Adidas, que, “a pesar de ir con cierto retraso, han subido su facturación online mucho más rápido de lo que habíamos previsto”.
Por lo que se refiere al sector sanitario, más allá de Faes Farma, el gestor cuenta con otras posiciones de mayor convicción. Son los casos de la alemana Gerresheimer, que produce los viales rellenables para vacunas, y la británica Bunzl, que ha visto crecer exponencialmente su negocio de distribución de material sanitario y hospitalario.
Turismo
Con un contexto en el que la firma no prevé un regreso a corto plazo de los dividendos, sí que se mantiene la apuesta por compañías del sector turístico que podrían verse reforzadas tan pronto como mejore la situación sanitaria gracias a la mayor solidez de sus finanzas. Son los casos del servidor de reservas Booking, la aerolínea low-cost Ryanair y la cadena hotelera Intercontinental Hotels.
En cuanto a Metrovacesa, el gestor de Narval ha señalado que se trata de “una posición satélite complementaria de cartera”. Esto se traduce en que, a pesar de que se mantiene en el fondo desde marzo, “está expuesta a una alta rotación” y se trata más de una apuesta coyuntural por activos reales “en un entorno muy deprimido a precios muy bajos”.
Tecnológicas
Aunque las grandes tecnológicas estadounidenses no están entre las favoritas de Díaz Vallejo, advierte de que no se puede caer en generalizar que el sector está caro. Aunque ha reconocido que “no hay valoraciones bajas”, considera que “su valor es muy intangible y la contabilidad no termina de reflejarlo bien”.
Los bonos de estas compañías sí que están entre las apuestas preferentes de Ignacio Fuertes, socio, director de inversiones y gestor del fondo Sequoia de renta fija. También ha señalado que en los últimos meses ha elevado la exposición a deuda de “farmacéuticas de primer nivel” e industriales.
Ante el convencimiento de que “poco valor queda en high yield a tipos del 2,5%”, Fuertes opta por aumentar la liquidez y la exposición al dólar. Entre liquidez pura y letras de deuda de muy corto plazo, casi alcanza un 40% de la cartera del fondo, según ha explicado este jueves.
En su opinión, “la cartera de letras permite disponer de liquidez para cuando interesa”. Su consejo es invertir en títulos de “emisores de muy buena calidad a muy corto vencimiento de mes o mes y medio”, de manera que prevé poder encontrar órdenes de compra al otro lado de la ventanilla si llegado el caso se quiere vender incluso en circunstancias de mercado adversas.
Fuertes considera que “el mercado no está poniendo en precio las amenazas de nuevos confinamientos”, pero ha descartado entrar a valorar si los grandes bancos centrales aún tendrían capacidad para sorprender a los inversores si las condiciones económicas van a peor.