La caída de las rentabilidades en el mercado de deuda europea va a más. Este jueves, el Tesoro Público ha logrado colocar un bono a cinco años al -0,978%, el rendimiento más bajo conseguido hasta la fecha para esta referencia. Un hito que no es extraño si se tiene en cuenta que el bono a diez años alcanza tipos del 0,071%, cada vez más cerca de sus mínimos históricos.
El retroceso de rentabilidad de los bonos españoles ha marcado este jueves mínimos del año. Sin embargo, aún tienen margen que recorrer antes de igualar los 0,044% de agosto del año pasado, cuando se marcaron mínimos históricos para esta referencia. Algo que no quita para que la caída haya sido más que pronunciada en las últimas semanas, pues hace solo tres semanas los tipos del 10 años español rondaban el 0,15%.
A pesar de que Bruselas ha vuelto a empeorar sus previsiones macroeconómicas para el conjunto de la Eurozona, y especialmente para España, la confianza en que los grandes bancos centrales seguirán ampliando sus programas de compra de bonos impulsan al alza el precio de estos activos y a la baja su rentabilidad. Y no se trata de una esperanza vana.
Estímulos
Este mismo jueves, el Banco de Inglaterra ha anunciado que refuerza su programa de compra de activos en otros 150.000 millones de libras, hasta los 875.000 millones en total. Una cifra que, al cambio de divisas, ronda ya el billón de euros.
Por si fuera poco indicio, el Banco Central Europeo (BCE) insistió hasta la saciedad en su última y reciente reunión de gobierno que en diciembre "recalibrará" todas las herramientas a su alcance para hacer frente a los efectos más perniciosos de la pandemia.
A todo esto se suma un factor más que impulsa la inversión en el mercado de renta fija, considerado refugio en tiempos de incertidumbre. Se trata de la indefinición que, dos días después de las elecciones presidenciales, sigue marcando el futuro político de EEUU.
Sin una victoria contundente de ninguno de los candidatos a la Casa Blanca y sin una homogeneidad de poder entre el Congreso y el Senado, son muchos los que prefieren incrementar su inversión en bonos. Llegan alentados, además, por unos estímulos abundantes en el mercado monetario que siguen sin tener su eco en fiscalidad y economía real.
Subasta
Este es el escenario en el que el Tesoro Público ha logrado captar este jueves 1.825 millones de euros entre bonos a cinco y 20 años. En la primera referencia, ha logrado encontrar dueño para papeles por 470 millones de euros, con un tipo de interés marginal del -0,978% que supera con holgura el -0,546% el rendimiento marcado en la anterior subasta, que tuvo lugar el pasado 4 de junio.
Además, el organismo emisor de deuda ha notificado que las peticiones de suscripción llegaron incluso a los 1.115,90 millones, con lo que se ha primado una colocación a tipos bajos en lugar de a mayor volumen. Lo mismo ha ocurrido en los bonos a dos décadas, de los que se han adjudicado 1.355 millones al 0,615% frente a solicitudes por 2.729 millones.
Récord emisor
La subasta celebrada hoy ha sido la primera desde que el Gobierno dio a conocer sus planes de emisiòn para el próximo ejercicio, recogidas en su proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE). El documento apunta a una emisión bruta de deuda soberana de 299.138 millones de euros. Esta cifra supone máximos históricos al superar en un 6% los números previstos para este 2020y en un 33% lacifra registrada en 2009, en plena crisis financiera mundial.