Suma y sigue para el Ibex 35. El índice español encadena cinco semanas consecutivas al alza en las que acumula una revalorización del 29%. La remontada récord de noviembre parece haber sabido a poco en un índice que, pese a todo, sigue a la cola de Europa. En los 8.322,9 puntos a los que acababa la sesión este viernes, el índice daba un paso más en sus máximos desde marzo.
Ya en cotas previas a la declaración de estado de alarma en España, el tirón de los índices neoyorquinos ha sido también clave para la hazaña. En este sentido, la relajación de las tensiones políticas en EEUU que apuntan a un relevo de poder ordenado en la Casa Blanca ha llevado al Dow Jones a catar por primera vez en su historía los 30.000 puntos, que también encontraba apoyo en datos amables de paro y actividad manufacturera.
A diferencia de lo ocurrido en otras semanas de esta racha alcista, esta vez sí que había broche de oro para la remontada. Aunque más débil, de 'solo' un 1,6% en los últimos cinco días, el viernes contribuía a este acumulado con avances del 1,5%. La recogida de beneficios que amenazaba a primera hora en la apertura quedaba finalmente lejos de consumarse.
Estos últimos avances tenían su fundamento en el pacto conseguido a última hora del jueves entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios (OPEP+). Finalmente, el cártel y sus aliados han acordado modular mensualmente su producción de crudo y dentro de un escalafón bien medido de un máximo de 500.000 barriles diarios. Un punto más a favor de una recuperación económica progresiva y sin sobresaltos que la hagan descarrilar.
Con esta premisa, no se hará raro saber que Repsol se convertía en uno de los grandes motores de la remontada del Ibex 35. La petrolera, que hace una semana presentó su plan estratégico para el próximo quinquenio, subía un 5,3% al cierre, hasta los 8,56 euros por acción.
Tirón de la banca
Más enérgicos aún eran los avances que se apuntaban los dos grandes espadas del sector financiero, líderes en la tabla de revalorizaciones. BBVA sumaba un 5,5% a su gráfica mientras sigue buscando destino para el capital conseguido con su retirada de EEUU. Un 5,7% se alzaban las acciones del Santander, que marcaban último precio en los 2,86 euros.
Al grupo de ganadores se sumaban también Acerinox (+4,8%), tras recibir consejo de sobreponderar de parte de los analistas de Credit Suisse, y Telefónica (+3,2%), que anunciaba todos los detalles de su próximo dividendo elección.
Al otro extremo, castigo para PharmaMar, un 5,2% a la baja como farolillo rojo del Ibex 35 por segunda sesión consecutiva después de haber reconocido el fiasco de uno de sus ensayos más prometedores en la lucha contra el cáncer. Solaria (-3,3%) y Cie Automotive (-1,4%) se colocaban también en el vagón de cola al cierre de este primer viernes de diciembre.
En el acumulado semanal, Santander repetía como abanderado de los avances, un 11,5% arriba. A doble dígito también ArcelorMittal (+10,8%) y por poco no se sumaba Meliá Hotels, un 8,2% al alza. En el lado menos amable de la tabla, PharmaMar repetía con caídas acumuladas del 15% que se quedaban lejos del 9% de retroceso de Banco Sabadell.
Alivio en los bonos
Por el mercado secundario de bonos soberanos, la rentabilidad del español a diez años se despegaba de la zona de mínimos históricos. No obstante, en el entorno del 0,08% tampoco se mantenía en los porcentajes cosechados al comienzo de la semana, por encima del 0,10%. Y es que, la próxima reunión del Banco Central Europeo (BCE), prevista para el 10 de diciembre, en la que ha prometido "recalibrar" todas sus herramientas está cada vez más cerca.
Sin embargo, la suavización de los tipos negativos del 'bund' alemán de referencia en Europa sí que se traducía en una leve mejoría de la prima de riesgo. La brecha entre los papeles españoles y los germanos se estrechaba a 62 puntos básicos en esta primera semana de diciembre.