El índice bursátil más vulnerable de Europa no podía ser inmune a la nueva cepa de la Covid-19 detectada en Reino Unido. El Ibex 35 se enfrenta a la inesperada mutación vírica con la amenaza de engordar sus pérdidas anuales hasta el 20%. Eso, además de confirmar su puesto a la zaga de los índices de la región, le supondría el tercer peor registro anual de toda su historia.
Los analistas advierten de la dificultad de hacer pronósticos acertados con los cambios que cada día hay en la lucha contra la pandemia. Algo que, al hablar de mercados financieros, se traduce en volatilidad, lo que a su vez supone una complejidad añadida a la hora de hacer previsiones de cuál será el rumbo a corto plazo que tomará un activo, una acción o, como es el caso, un índice bursátil.
No obstante, las evidencias de contagio de este lunes eran suficientes para que los expertos reconocieran que las proyecciones de hace solo unos días se quedaban en papel mojado. El Ibex 35 arrancaba la semana de Navidad con caídas del 3% ante el repliegue de las posiciones oportunistas que muchos inversores habían desplegado con la vista puesta en el próximo domingo 27 de diciembre, fecha en la que se espera que los primeros españoles reciban su vacuna antiCovid.
Empieza el 'contagio'
El retroceso, además de ser el más abultado sufrido por el índice español en los últimos tres meses, era más amplio que el del resto de sus vecinos europeos. Ni siquiera el FTSE 100 de la Bolsa de Londres, que cotizaba la vuelta a los confinamientos severos en una época tan sensible para la economía como la Navidad, caía tanto: un 1,7% al cierre de la sesión.
Con estas premisas, las estimaciones que hace solo unos días veían verosímil el asalto a los 8.950 puntos por parte del Ibex 35 ahora cambian radicalmente de rumbo. En el peor de los escenarios posibles, los expertos contemplan el hundimiento hasta los 7.300 puntos en la gráfica del índice español. En términos anuales, el vuelco es de contemplar un casi anecdótico retroceso del 6% a anticipar que la caída se amplíe hasta el 23%.
Lo que las dinámicas normales del mercado no consiguieron en las primeras sesiones de diciembre, lo ha impuesto ahora el hallazgo de la nueva cepa del virus de Wuhan que ya ha sido detectado en el enclave de Gibraltar. La estampida inversora ha vuelto, aunque mucho más comedida que en marzo, después de haberse esquivado hace dos semanas, cuando el Ibex 35 apenas corrigió después de haber cerrado el mejor mes de su historia.
Las gráficas que maneja Eduardo Bolinches, analista de Invertia, advierten de que si se perforan los mínimos intradía de la sesión del lunes -en los 7.663 puntos-, el Ibex tendrá difícil escapar de una corrección hacia los 7.570,5 puntos, cota en la que marca su precio objetivo de corto plazo. Desde ahí, el descuelgue hacia la media móvil de medio plazo del índice -en los 7.553,5 puntos- estaría a solo un paso.
Difícil remontada
El analista Darío García, de XTB, explica a este portal que una remontada consistente en las solo seis jornadas de bolsa que le restan al Ibex 35 “es muy difícil porque tendría que venir de los sectores fuertes del índice”. A saber, bancos, turismo o eléctricas tradicionales. Y ninguno de los de la terna es destino frecuente de inversión en momentos de incertidumbre y volatilidad, más si está causada por un virus que asegura la continuidad de los tipos de interés en mínimos históricos, la caída de la demanda de viajes y amenaza con la actividad en fábricas y oficinas.
Aunque el experto considera que el freno de las caídas del lunes por encima de la media de 200 sesiones es un punto a favor del índice, el retroceso hasta el entorno de los 7.600-7.700 puntos se le antoja más que probable para las próximas sesiones. Y advierte de que, desde ahí, el camino hacia los máximos del pasado julio, en los 7.300 puntos, estaría más que despejado.
Solo seis sesiones
Si bien Bolinches advierte de que “es demasiado pronto para sacar conclusiones de si estamos ante inicio de una corrección más profunda o solo se trata de una sobrerreacción a la aparición de la nueva cepa”, lo cierto es que no ve que la amenaza mientras el Ibex no rebase los 8.100 puntos.
De momento, la posibilidad de una tercera ola más contagiosa y mortífera pinta de todo menos amable para el índice bursátil de la economía europea más sacudida por la pandemia. En este sentido, no conviene olvidar que, si lo ocurrido en Londres y su área metropolitana, se va replicando a medida que la cepa se vaya expandiendo, las restricciones comerciales y de movilidad más estrictas están a la vuelta de la esquina.
Índice con sabor 'british'
Y eso sin olvidar que, además de los pesos sectoriales ya comentados tan adversos en esta situación, el español es un indicador con un toque muy british. Esto se debe al peso del mercado británico en las cifras de negocio de algunos de sus valores más seguidos como Telefónica, Banco Santander, Sabadell o Iberdrola. Amén, por supuesto, de IAG, que cuando empezaba a remontar el vuelo ve como medio mundo cierra sus aeropuertos a vuelos procedentes o con destino a Reino Unido.
La salvación para el índice está en unas vacunas que ya han comenzado a inyectarse y, sobre todo, en la capacidad para contener la nueva cepa. Sin embargo, seis días parecen poco tiempo a juicio de los expertos para que pueda calmarse el nuevo clima de agitación generado en el mercado.
Este año, todo parece indicar que el popular ‘rally de Santa Claus’ será ladera abajo. Al menos, a este lado de los Pirineos.