Laidler (eToro): “Ahora mismo la banca europea es el sector más barato del mundo entero”
El estratega global de mercados de eToro aporta su visión sobre las materias primas, la inflación, el bitcoin y otros temas candentes del mercado.
25 junio, 2021 01:16Noticias relacionadas
Los mercados se han convertido en los últimos meses en un lugar más hostil y a la par más deseado para muchos. El número de particulares que ha dado el salto al trading ha crecido como la espuma gracias a la creciente oferta y presencia de los brókeres digitales. Un negocio en el que eToro fue pionero con su nacimiento en 2007.
Actualmente, la firma radicada entre Tel Aviv y Londres cuenta con más de 20 millones de usuarios registrados procedentes de más de 100 países del mundo. Y acaba de poner rumbo a su estreno en el Nasdaq a través de su fusión con una SPAC. En medio de esta eclosión, recientemente ha llegado a la firma Ben Laidler, con el cargo de estratega global de mercados.
El estratega conversa con Invertia sobre el rumbo de los mercados, la amenaza de la inflación, el camino hacia el tapering de los bancos centrales, el potencial de las bolsas y la volatilidad de las criptomonedas. A sus 25 años de trayectoria profesional, une la del propio bróker, responsable de herramientas tan novedosas como el trading social.
La inflación es el gran tema del momento en los círculos económicos. ¿Considera que hay realmente elementos como para preocuparse por la subida de precios?
Pienso que la inflación actual es transitoria y que en EEUU ha alcanzado su pico con la lectura de mayo en el 5%. Lo que ocurre es que hay mucho ruido por las materias primas, el petróleo, los semiconductores, un efecto de base bajo… pero creo que estos factores empezarán a retirarse de forma natural porque las cadenas de suministro volverán a la normalidad. La producción se normalizará y todos estos impactos extraordinarios, aunque son relevantes, se resolverán.
No estoy seguro de que la cartera 60/40 haya muerto, pero sí que está bajo presión
Me costaría cambiar de opinión, porque en los últimos 50 años hemos tenido una economía muy desvinculada de las materias primas. Aunque ahora hay un impacto real procedente de las cadenas de suministros, todavía hay mucho desempleo. En mi opinión, no creo que haya que tener miedo de qué hará la Fed con los tipos de interés.
Ya se ha puesto en precio mucho de esto y no creo que vaya a haber una subida de tipos a corto plazo.
-Entonces, ¿cuándo ve posible que comience el también temido tapering?
Las expectativas han cambiado mucho. La subida de tipos en el mercado de bonos durante el primer trimestre ha sido probablemente la mayor que hemos tenido nunca en términos porcentuales. Se ha hablado tanto del tapering como en 2013, que a la gente se ha olvidado, pero fue el mejor año en toda la década para la renta variable. Aunque las bolsas cayeron, se repusieron con fuerza.
En realidad, el tapering ya ha comenzado con la reducción de compras en Canadá, las primeras conversaciones sobre el tema en Reino Unido y la posibilidad de que Nueva Zelanda suba tipos en el cuarto trimestre. Es probable que EEUU anuncie medidas entre agosto y septiembre de este año y que el BCE lo haga a principios del 2022.
Sin embargo, de momento solo están hablando, no actuando. Y lo hacen porque ya está habiendo crecimiento y las economías pueden manejarlo. En este sentido, no creo que los bancos centrales vayan a cometer un error en sus políticas: se van a mover muy lento, muy gradualmente para comprobar que la economía esté realmente recuperada.
Creo que los inversores no deben preocuparse por esto tampoco. Además, hay que recordar que la Fed tiene una nueva política de inflación promedio y el BCE se está dirigiendo en esa dirección. Esto es de mucha utilidad porque así puede esperar a ver qué van diciendo los números de la economía y no cometer un error.
-Aunque no se trate de un tema preocupante, ¿considera que habría alguna cota de rentabilidad en los bonos que sí daría la señal de que es momento de abandonar la renta variable?
No creo que haya un punto claro en el que los bonos vayan a desplazar a la renta variable... como el 3%, por decir algo. Creo que va a ser un proceso gradual: básicamente, cuanto más alto sea el rendimiento de los bonos, serán más atractivos frente a las acciones. Creo que va a ser algo progresivo, no dramático ni que vaya a haber una cota clave.
En realidad, considero que ahora mismo el mayor riesgo para la renta variable es la valoración. La ratio PER de la bolsa de EEUU es de 22 veces. Eso es muy, muy alto, lo que deja más margen de caída que para seguir subiendo. Van a llegar los descensos, y la cuestión es de cuánto y a qué velocidad. Obviamente la subida de los tipos en los bonos será un catalizador, pero creo que necesitamos hablar más de cuál es el mejor seguro para hacer que los inversores en bolsa sigan haciendo dinero.
El bitcoin tiene apenas 12 años y es importante tener esto presente a la hora de hacer comparaciones con otros activos como el oro
-¿Dónde se puede encontrar ese seguro del que habla?
En los beneficios corporativos. Si en el primer trimestre fueron una gran sorpresa, también lo serán en el segundo. En Europa se registró un incremento del 95% en las ganancias de las empresas y en España se llegó al 415%, la mejor cifra de la región de lejos. En ambos casos, los números fueron más altos de lo que se estaba previendo inicialmente y creo que esta sorpresa continuará.
Las previsiones de crecimiento económico se están revisando al alza, lo que implica mayores ganancias corporativas. Puede haber caídas en las bolsas, pero la evolución de la economía acompaña y es que la gente se olvida de que la reapertura acaba de comenzar. Especialmente, si se mira más allá de Europa. Y eso apoya previsiones de crecimiento más altas.
-Entonces, ¿es mejor estrategia buscar compañías que puedan seguir subiendo en lugar de perseguir apuestas value?
Se trata de una cuestión interesante, porque normalmente lo que uno recibe va en función de lo que está pagando. Dicho de otra forma, si buscas crecimiento, tienes que pagar más por ello. Sin embargo, actualmente los valores más baratos del mercado son los más cíclicos -financieros, industriales y de materias primas-. Además, son los que están teniendo un crecimiento más fuerte.
Ahora mismo, se puede conseguir lo mejor de los dos universos: valoraciones bajas y crecimiento. Los sectores cíclicos son un dulce, porque son los más expuestos y beneficiados con la recuperación de la economía, que es donde se debe poner el foco. Un ejemplo es que en las empresas de EEUU la ratio entre crecimiento de beneficios e ingresos está en 4 veces, pero si solo se consideran los sectores cíclicos esta ratio sube a entre 8 y 9 veces.
-Con este escenario, ¿qué opinión le merecen las tecnológicas que el año pasado lideraron la expansión de las bolsas?
Todo está subiendo, ha habido un rally en todo. Y, aunque las compañías cíclicas van a liderar y subir más, las tecnológicas siguen siendo muy interesantes. Aunque obviamente el año pasado todos aceleramos la adopción de tecnología, lo que dio lugar a resultados muy elevados, este año seguirán aportando cifras muy altas porque muchas de ellas tienen historias de largo recorrido acompañadas por el uso cotidiano que damos a estas herramientas.
Por si fuera poco, tienen balances muy sólidos, pagan dividendos, recompran acciones y tienen márgenes muy altos. Además de fuertes reservas de liquidez. La diferencia con las cíclicas es que tienen una valoración muy alta, pero se trata de una historia diferente, de largo plazo, pero que sigue siendo atractiva. En cualquier caso, si vas a invertir en acciones, tienes que creértelo.
-¿Se podría decir que entonces es momento de hacer una mejor selección de inversiones?
Creo que sí. Los mercados europeos están mucho más baratos y en su composición hay muchos más valores cíclicos. Por eso y por el potencial de crecimiento que implica la reapertura económica hay que estar muy pendientes de Europa.
-Y dentro de Europa, ¿cómo encuentra el mercado español?
Si se considera la composición del Ibex 35, España podría ser una buena oportunidad, pero para ser honesto hay que decir que ya ha sorprendido con sus ganancias del primer trimestre. Además, cotiza con un 35% de descuento frente a EEUU y el turismo tiene un peso importante en la economía nacional.
No creo que los bancos centrales vayan a cometer un error en sus políticas: se van a mover muy lento
Lo que el año pasado fue un problema, ahora puede ser una ventaja con el escenario que hemos descrito de reapertura de los mercados y la economía. Además, España tiene mucha exposición a Latinoamérica, que es otro lugar del mundo que se está recuperando muy rápido y donde las commodities son un fuerte componente de la economía.
-Pero Latinoamérica es una gran región con muchas diferencias. ¿Dónde habría que poner el foco?
En los grandes mercados: Brasil y México. Ambos son bastante similares porque han sido muy impactados por la Covid y, después, los dos han acelerado la vacunación. Tras haber sufrido un año terrible, también en sus divisas, el rebote de la economía y sus valoraciones bastante baratas irán a su favor.
Conforme la Covid esté bajo control y la economía se recupere, serán los siguientes en remontar. Es como una secuencia que empezó en China el año pasado, en el primer trimestre de este año llegó a EEUU, ahora se está moviendo hacia Europa y después probablemente llegará a Latinoamérica.
-Ya que menciona China, ¿todavía hay oportunidades de inversión o ya es tarde?
China fue la primera en sufrir la crisis, pero también ha sido la primera en salir. Por esto fue uno de los mercados de renta variable con mejor desempeño del mundo el año pasado y por eso desde el punto de vista inversor es tarde.
Sin embargo, China es la segunda economía del mundo, el primer país exportador y probablemente tenga el mayor crecimiento de PIB este año. Además, juega a su favor la recuperación del comercio mundial y el rally de las materias primas.
-Sobre esto último, ¿cuál considera que es el motor de esta remontada en las materias primas?
Desde luego, es la mejor clase de activos este año. Las materias primas siempre se han comportado bien a largo plazo, pero ahora se ha producido una fuerte demanda en el contexto de una oferta bastante ajustada y después de una década en la que no han contado con el favor de los inversores. A todo eso se le ha sumado la debilidad del dólar, que es la divisa en la que se negocian.
La última vez que hubo una fuerte inflación, en los años 70 del siglo pasado, las commodities fueron una de las clases de activos que mejor se comportó. Ahora que vuelve la inflación, son la mejor cobertura.
-Esa escasez de oferta a la que se ha referido, ¿es más patente en alguna materia prima en particular?
Es una cuestión transversal, porque no había inversión productiva y los números de crecimiento económico que se están barajando para este año y el siguiente implican una fuerte demanda de activos. No obstante, el caso del petróleo es algo distinto porque es la OPEP la que define el mercado. Ahora ha optado por una evolución de la oferta muy pegada a la demanda, que tira de los precios.
-En el foco están también, aunque desde hace más tiempo, los bancos. ¿Cómo ve el sector?
Ahora mismo la banca europea es el sector más barato del mundo entero. Los bancos en general han tenido un desempeño pobre durante la última década, pero el crecimiento se está recuperando y los tipos están yendo más hacia arriba. Cuanto mayor sea el spread entre sus depósitos y los bonos, más dinero harán.
Además, otra cuestión favorable es que los bancos son ahora más seguros porque en la última década se ha se han esforzado en reforzar su capital. Algo que resulta en una combinación muy atractiva: una clase de activo más segura, la más barata en el mundo y que está viendo una fuerte recuperación de ganancias.
Van a llegar los descensos, y la cuestión es de cuánto y a qué velocidad
Dicho todo esto, insisto: Aunque todos los bancos están baratos en todo el mundo, los europeos están muy, muy baratos. ¡Están cotizando hasta por debajo de la mitad de su valor! Además, la posibilidad de operaciones corporativas es otro factor a considerar. Aunque no tengo ninguna bola de cristal sobre cuándo podría pasar, definitivamente puede ocurrir. Y más cuando se dan valoraciones como las actuales.
-En este repaso a los mercados, no se pueden quedar fuera las criptomonedas. ¿Cuáles son según usted las claves de su eclosión?
Las criptomonedas son un activo muy joven. El bitcoin es el más viejo y tiene apenas 12 años. Es importante tener esto presente a la hora de hacer comparaciones con otros activos como el oro, que tiene cientos de años de desarrollo, infraestructura, inversión, etc. Esta brecha explica parte de la volatilidad que hemos estado viendo.
Estoy convencido de que conforme se vaya desarrollando e institucionalizando como activo, la volatilidad disminuirá.
Hay muchísimas razones por las que los inversores están interesados en las criptos, pero considero que hay dos principales. Aunque la volatilidad es muy alta, ajustada a largo plazo es mejor que en otros activos. Este mismo año, incluso después de las últimas caídas, siguen estando entre los activos con mejor rentabilidad. La segunda es que la correlación con otras clases de activos es extremadamente baja y eso añade valor al añadirlas a la cartera.
-Hay quienes afirman que es tiempo de pasar del bitcoin hacia altcoins. ¿Tiene sentido esta estrategia?
Yo diría que es absolutamente natural que, según la categoría de activos se va desarrollando, el líder inicial -el bitcoin- sea gradualmente menos dominantes. Es una consecuencia de su maduración y es que tiene mucho recorrido de adopción por delante.
Además, creo que la gran mayoría de los inversores está haciendo sus deberes, se está formando. También gracias a que con la tecnología es más fácil que nunca operar, pero también aprender. En eToro empleamos mucho tiempo educando a los inversores en los distintos tipos de activos, fórmulas de inversión, conocer el propio perfil de riesgo, etc. También en criptomonedas.
-Con todos estos cambios y novedades, ¿ha muerto la vieja cartera 60/40?
No estoy seguro de que haya muerto, pero sí que está bajo presión. Con la caída de los precios de los bonos durante los últimos 30 años es difícil prever cómo va a continuar. Creo que los bonos van a seguir ofreciendo poco rendimiento, por eso ganan protagonismo activos más reflacionarios como las acciones y las materias primas.
Llegaremos a algún punto en el ciclo en el que volverán a ser más atractivos de nuevo. Mientras tanto, mandarán activos que aporten más rendimiento o que sean reserva de valor. En cualquier caso, no pienso que se haya ido, sino que ahora hay más factores que deben definir una cartera.