Un nuevo escándalo en la Fed salpica ahora al presidente de la entidad en la región de Richmond (Virginia)
Críticas por un trabajo anterior a su cargo en la Fed.
1 octubre, 2021 10:44Noticias relacionadas
Thomas Barkin, presidente de la Fed de Richmond (Virginia) desde enero de 2018, habría tenido relación con una empresa relacionada con la actual pandemia de opioides en el país, cuando trabajaba como consultor en McKinsey.
Puede que parezca una acusación un tanto forzada pero dado que los presidentes de la Fed de Boston, Eric Rosengren, y Robert Kaplan, de Dallas, anunciaron su jubilación anticipada el pasado lunes, después de que se revelara que habían realizado numerosas transacciones en el mercado financiero en 2020 que plantearon cuestiones de conflicto de intereses, llueve sobre mojado.
La representante Carolyn Maloney, una demócrata de Nueva York que preside el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, dijo que Barkin tiene la responsabilidad de abordar las preguntas sobre su papel en McKinsey.
Barkin ocupó cargos de alto nivel en la firma consultora durante un período en el que asesoró a una compañía farmacéutica llamada Purdue, sobre cómo maximizar las ventas de un analgésico fundamental para la epidemia de opioides en los EE. UU. que ha costado cientos de miles de vidas.
"Estoy profundamente preocupada por la forma en que McKinsey ayudó a los esfuerzos de Purdue para inundar las comunidades estadounidenses con opioides recetados", dijo la representante demócrata. "Es importante que el Sr. Barkin sea transparente sobre cualquier participación que pueda haber tenido en estos esfuerzos".
Se destapa la polémica
En un informe titulado "Las otras cuestiones éticas en los bancos regionales de la Fed", el Centro de Política e Investigación Económicas (CEPR por sus siglas en inglés) apuntó al presidente de la Fed de Richmond, Thomas Barkin, por sus puestos anteriores en McKinsey & Co. Barkin ocupó varios puestos de alto nivel en la firma consultora global , incluidos seis años como director financiero y tres años como director de riesgos.
Los profundos lazos de McKinsey con Purdue se hicieron públicos después de que la procuradora general de Massachusetts, Maura Healey, demandara a Purdue por sus prácticas de venta supuestamente agresivas y engañosas para OxyContin. En ella menciona a McKinsey más de 70 veces. Desde entonces, Purdue se ha acogido a la protección por quiebra.
No hay evidencia de que Barkin haya tenido alguna participación directa en el trabajo de asesoría con Purdue, pero se ha negado a responder preguntas detalladas sobre sus roles principales en términos de supervisión del compromiso de McKinsey con la farmacéutica.
Si bien McKinsey no admitió haber cometido ningún delito en sus acuerdos, Kevin Sneader, su socio gerente en ese momento, calificó el compromiso con Purdue como "un capítulo en la historia de nuestra firma del que no estoy orgulloso". Dijo que ha habido una revisión de las prácticas de gestión de riesgos que Barkin una vez supervisó.
“McKinsey fue el cerebro detrás de la estrategia comercial que ha devastado la vida de millones de personas”, dijo Jeff Hauser, director ejecutivo del Proyecto Puerta Giratoria en CEPR, que publicó el informe. "Como ex director de riesgos de McKinsey, el juicio de Barkin es extremadamente cuestionable".
Se cuestiona la política de elección de cargos
Los presidentes regionales de la Fed son seleccionados por sus propias juntas directivas, sujeto a la aprobación de la Junta de Gobernadores en Washington.
Tras el escándalo de Rosengren y Kaplan, la presión aumenta para que la Fed revise algunas de sus prácticas, incluida la forma en que se contrata a los funcionarios que establecen las políticas monetarias de la nación y el tipo de escrutinio al que están sujetos mientras están en el cargo.
El presidente Jerome Powell ya ha iniciado una revisión de las reglas que rigen las inversiones personales de los altos funcionarios de la Fed, aunque no se sabe si será suficiente.
Como ya comentamos, una parte del partido demócrata presiona a Biden para que no renueve a Powell y estas polémicas están aumentándolas. La semana pasada la senadora Elizabeth Warren, aprovechó la comparecencia de Powell en el Senado para presionarle sobre su historial de regulación financiera, y dijo que no lo apoyaría para un segundo mandato.
“Has actuado para hacer que nuestro sistema bancario sea menos seguro, y eso te convierte en un hombre peligroso para encabezar la Fed”, le dijo durante una audiencia en el Senado.
Desde luego, todas estas polémicas no ayudan a que dentro del Partido Demócrata aumenten los apoyos para la reelección de Powell.