No sé si se habrá dado cuenta, pero no hay muchas personas que estén diciendo que estamos en el final del ciclo. De hecho, para muchos eso está estrictamente prohibido porque podría provocar un pánico masivo y aquí solo se trata de hacer creer que los bancos centrales han desterrado permanentemente el funcionamiento de los ciclos económicos.
Los últimos 13 años de japonificación deflacionaria ha sido el ciclo de acumulación de deuda ininterrumpido más largo de la historia de Estados Unidos. Nadie podría pensar que se permitirían que las tasas de interés se mantuvieran fijadas al 0% indefinidamente generando deuda por billones de dólares con rentabilidad negativa.
Y así estamos, con la inmensa mayoría de los inversores apostando a que el ciclo más grande de deuda y especulación continúe para siempre.
Si no fuera por la continua importación de la deflación, este reactor de fusión descontrolado habría explotado hace ya mucho tiempo.
A fines de 2014, el gestor de fondos Hugh Hendry predijo que llegaría el día en el que los mercados de Disney administrados por la Fed explotarían, y también predijo que muy pocos expertos lo verían venir.
Creía que serían "drogados por la simulación virtual de la prosperidad y su acólito QE". Y tenía razón. Mi opinión es que no solo se acerca ese momento, sino que además el sesgo inflacionario de hoy hará que el resultado sea mucho peor. ¿Por qué? Porque el instinto inflacionario es atesorar activos y acumular deudas. Mientras que la mentalidad deflacionaria es deshacerse de activos y quitarse deudas.
Esta histeria inflacionaria que está alcanzando un crescendo en este momento tiene a las masas en pánico comprándolo todo. Un gran error ya que deberían estar recaudando todo el efectivo posible.
Este error se cometió en 2008 y pocos parecen recordar el resultado. En ese entonces, la Fed inició la QE por primera vez en la historia y 13 años después continúan bombeando liquidez. Sin embargo, ahora se encuentran en un callejón sin salida ya que entonces tenían un colchón de tipo de interés del 5% y esta vez tienen un colchón de tipo de interés del 0%.
Además, esta burbuja de activos ha levitado no solo por la economía tradicional, sino que simultáneamente ha inflado la burbuja tecnológica de la economía virtual. Hay muchos subsectores dentro de la tecnología que han experimentado una extraordinaria explosión de demanda durante la pandemia: sistemas basados en la nube, plataformas de contenido en streaming, criptomonedas, vehículos eléctricos, vídeojuegos... y, en el centro de todos ellos, los semiconductores.
Además, toda esa demanda tecnológica se creció aún más gracias a cantidades récord de capital barato para financiar todas las diversas empresas emergentes de Silicon Valley basadas en la idea de que todos podríamos sentarnos en casa y tener el mundo atendido en la puerta de nuestra casa. El único problema es que esta fantasía de crecimiento ilimitado tiene un problema con el que no contábamos, la oferta de mano de obra.
Amazon es la empresa con más empleados de EE.UU. y solo puede seguir creciendo si encuentra más mano de obra. Esto significa que enfrentan una desaceleración del crecimiento y a una disminución de los márgenes de beneficio operativo que es precisamente lo que advirtieron en su último trimestre de resultados hace dos semanas.
Pero ninguna burbuja es tan ridícula como la de los vehículos eléctricos. Todos los fabricantes de automóviles del mundo ya producen automóviles eléctricos o los comercializarán en los próximos meses. Sin embargo, Rivian, la salida a bolsa más grande desde que salió Facebook, una empresa que el mes pasado entregó 156 vehículos, ya vale más de 100.000 millones de dólares, superando a Ford, que tiene ingresos de 135.000 millones de dólares o a General Motors que capitaliza 90.000 millones de dólares teniendo ambas varios vehículos eléctricos ya en el mercado.
Esto no tendrá un buen final y quizás Elon Musk ya lo sabe y por eso está jugando con nosotros intentando camuflar una decisión de venta tomada hace más de un mes con una inocente encuesta.