Tenemos una guerra en toda regla a cuatro horas en avión desde España. Un conflicto que llega con una inflación con clara vocación de permanencia que obliga a los principales bancos centrales a implementar políticas monetarias restrictivas, unos mercados de valores que han perforado niveles de soporte importantísimos, unas lecturas de confianza del consumidor por los suelos... Y a pesar de todo, los mercados de valores han salvado la semana de manera aparentemente demasiado eufórica para todos los frentes abiertos que tenemos encima de la mesa.
La verdad es que las señales de burbuja andan por todos los rincones y la pandemia no ha hecho más que extender la última parte del ciclo especulativo que ha desatado una enorme ola de codicia que está haciendo que el trasvase del dinero inteligente hacia el dinero tonto esté pasando totalmente desapercibido.
Sin embargo, uno tras otro, los mercados globales se están derrumbando por debajo de los máximos que veíamos antes de la llegada de la pandemia: tecnología china, biotecnología, fintech, las recientes salidas a bolsa e incluso tenemos a los grandes mercados de valores perdiendo soportes vitales, tanto en Wall Street como en Europa.
Tal y como podemos ver en el gráfico anterior, el selectivo alemán Dax 40 ha perdido recientemente el nivel clave de los 14.800 puntos, un nivel que no veíamos desde hace más de 10 meses.
La ruptura a la baja de este tipo de soportes tan importantes siempre suelen volver a ser testeados de nuevo para comprobar que ahora han cambiado de rol de soporte a resistencia y de ser así, el riesgo de perder los recientes mínimos es altísimo provocando de esa manera el movimiento que se conoce como proceso de pull-back.
En los últimos 30 años, todos los incrementos en el precio del petróleo han venido provocando una caída sostenida de la confianza del consumidor lo que acaba desembocando por la falta de consumo y por lo tanto de crecimiento en un proceso de recesión.
Eso es lo que podemos ver perfectamente en el gráfico anterior con la evolución del petróleo en color rojo y del sentimiento del consumidor en color negro.
Recuerde mirar en el año 1990 con la guerra del golfo, en el 2003 con la guerra de Irak, obviamente en la explosión de la burbuja del mercado de deuda del año 2008 y cómo el barril de petróleo viene de nuevo incrementándose de nuevo en donde la guerra de Ucrania no va a hacer precisamente que su precio se relaje a pesar de lo que hemos visto esta semana.
El nivel de confianza del consumidor continúa desplomándose y esto inevitablemente desembocará en una restricción del consumo y por lo tanto cuando menos en deflación.
Por lo tanto, sombrío panorama a medio plazo para los mercados bursátiles mientras que para el corto, inevitablemente vamos a tener que seguir toreando al son de las noticias de la guerra en Ucrania en donde no puedo olvidar que la incertidumbre y la falta estabilidad en las economías siempre genera presión vendedora en los mercados de valores porque el dinero sencillamente es muy miedoso.
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