La compañía proveedora de soluciones tecnológicas líder a nivel mundial, Amadeus, acelera el ritmo en el último mes, tras el éxito de sus últimos resultados trimestrales.

Los ingresos del Grupo Amadeus aumentaron un 14,1%, con sólidas e importantes evoluciones de todas las áreas de negocio de la entidad, a pesar del efecto estacional negativo derivado de las festividades de Semana Santa y el Ramadán. Aún así la evolución histórica actual del turismo, que está marcando récords históricos, y el gasto por pasajero impulsado por la inflación, han sido dos variables claves en sus resultados.

El segmento de la distribución área, el más importante en las cuentas de la compañía, se ha visto favorecido por la mayor actividad en Asia, aunque Europa y Norteamérica siguen siendo las dos regiones más importantes del grupo. El área que más crece es el de las soluciones tecnológicas, gracias entre otros motivos a la apuesta por la tecnología y la IA, y que permitirá a las aerolíneas estar a la vanguardia de la transformación de las capacidades de venta.

A pesar del incremento de la deuda, está sigue estando controlada, y equivale a 1,1 veces EBITDA, mientras el flujo de efectivo ha crecido hasta los 336 millones de euros.

El actual entorno macroeconómico también le puede favorecer, dado que en las próximas semanas el mercado descuenta los primeros recortes de tipos por parte del BCE, mientras que la FED podría incluso pensar en subirlos en 2025. Esto podría ser muy positivo en sus resultados puesto que el dólar podría fortalecerse y en estos momentos representa más del 50% de sus ingresos.

La retribución al accionista es un elemento importante de la estrategia, el 26 de febrero de 2024, Amadeus anunció que había alcanzado la inversión máxima en el marco del programa de recompra de acciones, y los inversores esperan nuevas y ambiciosas noticias sobre sus objetivos y estrategia a medio plazo en el Día del Inversor, que se celebrará en junio.

A nivel técnico, podemos observar una caída en su cotización desde que alcanzó los máximos del año en el entorno de los 66,5 euros, resistencia que ha sido la tercera vez que limita su tendencia y que no consigue romper al alza. En estos momentos ha encontrado un nivel de soporte coincidente con el retroceso de 23,6 de Fibonacci, y en caso de superar cotas anteriores, la compañía proyectará un doble suelo, con objetivo de 70 euros por acción, que además coincidiría con la ruptura de las medias móviles.