El Partido Laborista de Keir Starmer llega a los comicios con una amplia ventaja en las encuestas, “hasta el punto de que la mayoría laborista se considera un hecho inevitable”, subrayan en Ebury. Tal y como cita la fintech, según el último sondeo de Politico, los laboristas van camino de obtener el 41% del voto global, frente al 32% de 2019.

Al mismo tiempo, el apoyo a los conservadores del actual primer ministro británico, Rishi Sunak, se ha desplomado hasta el 21%, desde el 44%.

El análisis de Electoral Calculus ve ahora una posibilidad del 100% de que los laboristas sean el partido más votado y un 95% de posibilidades de que obtengan más de los 326 escaños que necesitan para formar un gobierno mayoritario.

Según sus modelos predictivos, los laboristas van camino de obtener 450 escaños en las elecciones -frente a los 202 de 2019-, lo que supondría el mayor número para un solo partido desde 1931.

Los conservadores, por su parte, obtendrán solo 60 escaños, una caída de 316 escaños respecto a 2019 y el peor resultado desde su fundación en 1834. 

Ante las perspectivas de una derrota de los tories, tras 14 años en el poder, la Bolsa de Londres ha mantenido su evolución positiva y el FTSE 100, el principal índice británico, avanza un 6,5% desde que comenzó el ejercicio. Se encuentra en máximos históricos al haber superado los 8.200 puntos.

Al mismo tiempo, la libra sigue siendo la segunda divisa del G10 con mejor rendimiento en 2024, solo por detrás del dólar estadounidense, y cotiza en torno a sus máximos posteriores al Brexit.

Este jueves la situación no es muy diferente. El FTSE 100 repunta un 0,73% y lidera los avances en una sesión positiva en Europa: el Dax alemán suma un 0,28%; el Cac 40 francés, un 0,7% y el FTSE Mib, un 0,53%. De dicha tendencia sólo se desmarca el Ibex 35, que resta un 0,17%.

El primer ministro británico, Rishi Sunak, y su esposa, Akshata Murty, acuden a votar. Reuters

“En el caso de estas elecciones británicas, la naturaleza fiscalmente más conservadora del gobierno laborista de Keir Starmer y el deseo del partido laborista de demostrar estabilidad significan que es poco probable que este resultado electoral altere fundamentalmente la dirección del mercado de renta variable del Reino Unido”, explican los expertos de M&G.

Los mismos expertos señalan que “existe la posibilidad de que la percepción de 'cambio' anime a los inversores que quizá se hayan tomado un descanso del mercado británico a volver a él, sobre todo dado el atractivo de las valoraciones locales en relación con el resto del mundo”.

A la espera de conocerse los resultados de las elecciones, la libra se revaloriza un 0,12%, hasta cambiarse a 1,275 dólares. Según una reciente encuesta realizada por Bloomberg, para el 60% de los inversores el mejor escenario para la divisa británica es el triunfo de Stramer.

La tranquilidad se extiende al mercado de deuda. Aunque la rentabilidad de los bonos británicos se ha elevado, todavía se encuentra por debajo de los máximos del ejercicio. De esta forma, el interés ofrecido por los bonos a 2 años crecía al 4,212% y el de los bonos a 10 escalaba al 4,241%.

¿Qué significará un gobierno laborista?

En Ebury ven un gobierno laborista liderado por Keir Starmer “mucho más cerca del statu quo, y una propuesta mucho más favorable al mercado de lo que habría sido el Partido Laborista de Jeremy Corbyn si el rojo hubiera triunfado sobre el azul en 2019”.

La sensación en los mercados es que cualquier cambio en la política laborista tendría un impacto mínimo en la economía británica en comparación con el régimen actual. “Los planes de impuestos y gastos de los laboristas son modestos en relación con el tamaño del PIB británico”, subrayan los mimos analistas.

En ese sentido, destacan dos propuestas del programa económico laborista. La primera es la “modesta” subida de los impuestos por valor de 8.000 millones de libras (0,35% del PIB), incluido el IVA sobre las escuelas privadas, un tributo extraordinario sobre la energía y cambios en el régimen fiscal de los no residentes.

La segunda son los “ligeros aumentos del gasto por valor de 5.000 millones de libras (0,2% del PIB), en su mayoría destinados al Servicio Nacional de Salud, la educación y la energía verde”.

Convencer a los mercados

“A largo plazo, los laboristas tendrán la ardua tarea de convencer a los mercados de que tienen un plan creíble para mejorar la suerte de la economía británica. El crecimiento del Reino Unido ha sido débil en el último año, los niveles de deuda han aumentado hasta máximos de seis décadas y la inversión extranjera directa ha caído”, subrayan los mismos expertos.

“Tras un periodo de volatilidad prolongada, los inversores buscarán un gobierno que pueda ofrecer estabilidad”, subrayan desde M&G. “La estabilidad, si se consigue, podría ser beneficiosa para el mercado renta variable del Reino Unido, sobre todo si hay desorden o simplemente incertidumbre en Europa y Estados Unidos”, añaden.