Jenaro García llega unos minutos tarde a la entrevista con EL ESPAÑOL – Invertia. Su moto, una GS 650, le ha dejado tirado y ha tenido que coger un taxi para llegar hasta la cafetería que está justo debajo de la redacción. Llega ataviado con una camiseta de Bultaco y unas gafas de sol en la cabeza, una indumentaria que nada tiene que ver con la imagen de ejecutivo agresivo que iba a comerse el mundo en la salida a bolsa de Gowex.
Gowex es la empresa que García fundó en 1999 y que, hasta 2014, fue el principal caso de éxito del emprendimiento español. Los periódicos se referían a la compañía como "la joya del MAB" (el antiguo Mercado Alternativo Bursátil) y a él como "el padre el wifi gratis".
Pero ese sueño de triunfo y de éxitos empresariales terminó hace justo diez años cuando Gotham City Research –la misma firma que ha acusado a Grifols- publicó un informe en el que aseguraba que Gowex había inflado sus ingresos y que sus acciones no valían nada.
Unos días después García dimitió tras reconocer que había falseado las cuentas de la compañía durante cuatro años. Ese fue el epicentro de la debacle de una empresa que había llegado a rozar los 2.000 millones de capitalización bursátil y que tenía desplegadas sus redes wifi en casi un centenar de ciudades. Unos 5.000 inversores se vieron afectados.
Ahora, todavía a la espera de juicio, se enfrenta a 18 años y medio de prisión por todo lo sucedido. Tal y como explica, está preparado para asumir la condena.
¿Cómo va el proceso judicial? El 'caso Gowex' debería estar juzgado ya desde hace años.
Se cerró la fase de instrucción por el juzgado central número 1 de la Audiencia Nacional, que llevaba el juez Pedraz, en la primavera del año 2021. Se fijó el juicio para junio de 2022. En esa fase previa al juicio oral se detectaron anomalías: la falta de defensa de las empresas que habían sido acusadas y que estaban dentro del paraguas de Gowex.
El caso volvió entonces a la instrucción. Ahora está en la Sala de lo Penal. Creo que esta vez la Sala entenderá que se ha hecho lo suficiente y dará audiencia. Se supone que el juicio debería celebrarse entre finales de este año y mediados del que viene.
¿Se le está haciendo largo?
Tengo muchas ganas. Desde el principio he querido entrar en prisión. De hecho, he intentado entrar en la cárcel en múltiples ocasiones. No se me permite porque ni la ley de enjuiciamiento ni la ley penitenciaria tienen una fórmula para ingresar a alguien que no tenga una condena.
Asumí que mis decisiones me podrían dar éxito, pero también que si fallaba podía ir a prisión.
Yo quería cumplir mi pena desde el principio, de la misma forma que he tratado de cumplir desde que reconocí que había falseado la ley. Pero ahora voy a defenderme como yo hice con Gowex, que luché hasta el final por conseguir sacarla adelante a pesar de todo lo que pudiera suceder. Puse, incluso, en riesgo mi patrimonio, mi vida y a las personas que más he querido en el mundo: mis hijos. Lo mismo voy a hacer ahora para defenderme, aunque esa no era mi actitud al principio.
¿Está preparado mentalmente para entrar en prisión? Fiscalía pide 18 años y medio.
Estoy convencido de que Fiscalía se ha columpiado, pero me da igual. Eso lo determinarán los jueces. Pero si son 18 años y medio, o si es lo que sea, no solo estoy preparado, sino que es parte de mi vida. Es consustancial a mí. No rechazo nada. ¿Me arrepiento de haber hecho daño? Me arrepiento. ¿Me arrepiento de haber hecho mal las cosas? Por supuesto que sí.
El hecho de que yo vaya a prisión es consecuencia de las decisiones que tomé. Asumí que mis decisiones me podrían dar éxito, pero también asumí que si fallaba podía ir a prisión.
Cuando alguien se emborracha con lo que está haciendo, es como pedir un crédito de felicidad. Eso se paga con la resaca. Yo estoy viviendo la resaca. Lo considero parte de la vida. Y esta vida es tremendamente maravillosa, porque durante estos diez años estoy siendo muy feliz aún siendo un proscrito.
Un bonus extra, digamos...
Cuento lo que vivo. ¿Voy a ir a prisión? Sí ¿Estoy preparado para ir a prisión? Creo que sí. Me he preparado para ello. Empecé a hacer mis Ironman y a prepararme. Estoy en unas condiciones mejores de las que tendría un tío de 56 años en circunstancias normales. Tengo ganas de que llegue el juicio porque se van a decir las cosas como realmente fueron, va a haber un resarcimiento moral para quienes perjudiqué, pero también quiero defenderme.
¿De qué vive?
De chapuzas y me siento bien sin demasiado dinero. Son encargos que me hacen. No ilegales, por supuesto. En estos diez años no he vuelto a cometer delitos, pese a que muchas veces me han ofrecido ayudar a empresas para hacer las cosas mal. Me he retirado.
¿Qué sintió cuando hace diez años Gotham City publicó el informe en el que decía que el 90% de los ingresos de Gowex no existían?
Ganas de luchar por el proyecto que había tejido, porque yo me he venido preparando para ser empresario toda mi vida, desde que estaba en el Rastro.
Sentí también un tremendo desconcierto porque había conseguido engañar a todo el mundo ese tiempo. Y de repente existía alguien, que no conocía de nada, que me atacaba con muchas cosas que eran mentira y con otras que eran verdad.
Cuando las acciones se desplomaron traté de sostenerlas por todos los medios. Era mi obligación. Por supuesto, continuaba con la mentira porque yo estaba convencido de que lo podía levantar de la misma forma que lo había hecho otras veces.
Empecé a estudiar lo que había hecho Gotham en otras ocasiones y me di cuenta de que las empresas a las que atacaba nunca llegaban a volver a ser lo que eran antes. Fue cuando tracé un plan alternativo, que incluía mi confesión. De esa forma yo salvaba a Gowex, a los activos que tenía: las casi 100 ciudades firmadas con sus contratos de diez o 15 años de exclusividad. Tenía unos activos que no tenía nadie.
Las empresas a las que Gotham ataca nunca vuelven a ser lo que eran antes.
La culpa la tengo yo. Y el responsable soy yo, única y exclusivamente, porque fui el que construyó Gowex y lo mató. Creé a mi hijo y lo maté. Pero la compañía siguió funcionando hasta que yo mandé un burofax al administrador puesto por Pedraz, Javier Solsona, en el que le pedí que convocara una junta general. Entonces, automáticamente, pidió la liquidación de la compañía.
Cuando dimitió reconoció la falsedad de las cuentas de los últimos cuatro años. Durante ese periodo en los que no hizo las cosas bien, ¿no temía que le descubrieran?
Por supuesto. Dormía muy poco, pero era parte de mi actividad. Ser empresario es una actividad de riesgo. Yo además era temerario y, por lo tanto, todo lo que hacía era una jugada muy arriesgada que si tenía un desenlace negativo iba a representar un cambio tremendamente abrupto en mi vida. Pero estaba dispuesto a pagar por ello.
Era consciente de que yo podía acabar con mis huesos en prisión, pero a la vez sabía que si conseguía mi propósito hubiese sido el mayor triunfo de la historia de las telecos españolas. Y la prueba es que mi empresa valía 2.400 millones de euros en marzo del 2014 y la única empresa tech que se ha vendido en España con un valor similar ha sido Idealista. Ahora, en el 2024, diez años después.
Tendría que haber puesto por delante a mis hijos y a mi mujer y haber dicho "no merece la pena"
¿Unicornios en España? ¡Una polla! No existen. Son todo empresas que están levantando capital y muchas de ellas en condiciones similares o peores que las de Gowex.
¿Pero era consciente de los riesgos?
¡Por supuesto que era consciente! Y los asumí. Esa es parte de mi soberbia, porque yo tendría que haber puesto por delante a mis hijos y a mi mujer y haber dicho "no merece la pena". Pero, lamentablemente, cuando se tiene una misión como la que yo tenía no hay nadie más que tú y el proyecto.
Si volviera a pasar por esa situación el riesgo personal lo asumiría. El riesgo de mis hijos y de los inversores no. ¿Que eso hubiera supuesto que no hubiera salido el proyecto adelante? Probablemente, pero a lo mejor habría salido.
Asumo mis decisiones y las consecuencias de las mismas. Y aquí estoy, nunca he pensado en fugarme y podía haberlo hecho. Soy un delincuente con una causa. Como esa causa desapareció, mi ánimo de delinquir no existe. Aún así, tengo que entrar a prisión. Es la resaca y la voy a pagar. Y, además, con orgullo.
Eso suena a argumento de su abogado...
Lo que yo diga ahora no va a cambiar nada. Que nadie piense que lo que yo he hecho después de mi confesión puede suponer alguna minoración de mi pena. Es una falacia. Y eso es algo que no entiende la gente. No hay una labor mediática. En un juicio no se están leyendo los periódicos.
¿Qué le dicen sus hijos?
No hablan conmigo. Se han cambiado el apellido. Les deseo que les vaya muy bien y no quiero que les cause un perjuicio el que se les relacione conmigo. Si algún día quieren, y dan marcha atrás y me llaman, les cogeré el teléfono como si nos hubiéramos abrazado ayer.
¿El juicio será su venganza?
No necesito legitimarme porque me he legitimado yo. No necesito redimirme porque me he redimido. No necesito la venganza porque no creo en ella. Mi exmujer reniega de mí, yo nunca renegaré de ella. A Ricardo Moreno no le guardo ningún rencor. Estoy convencido de que él es mucho más infeliz que yo. No me cambio por nadie, ni por el puto amo.
Si ahora mismo viniera aquí Daniel Yu le presentaría mis respetos y entiendo que él también me tendría los suyos.
No hay una labor mediática. En un juicio no se están leyendo los periódicos.
¿Qué opina del caso Grifols? La compañía se está viendo atacada por Gotham.
He tratado de encontrar la verdad sobre Gotham y he descubierto que Daniel Yu [su fundador] es un delincuente que ha estado encarcelado. Tiene un warning por parte de la justicia de busca y captura porque rompió la condicional. Ya estuvo en prisión, salió y ahora lo intentan localizar.
Gotham no es un justiciero, persigue su beneficio. Yu fue quien mejor hizo su trabajo, junto conmigo, en el caso Gowex: es el que golpeó y me noqueó. Me tumbó. Yo tendría que haber estado preparado para eso y para mucho más.
Gotham lo hizo bien, pero no es un justiciero. Es un tío al que ha incentivado el sistema para que formule tesis contrarias al mercado. Lo hace cuando la empresa ha pegado un subidón en bolsa y cuando te llegan soplos de gente interesada en que la empresa desaparezca. Yo tendría que haber estado preparado para eso.
Si sale la opa sobre Grifols será una pérdida para los accionistas
Ahora me pongo al servicio de Grifols, figurativamente, porque no ha contactado nadie conmigo. Me pongo al lado de la empresa porque para mí es la empresa la que realmente está creando valor, la que realmente, aunque falsifique las cuentas, está aportando algo.
¿Va a conseguir algo Grifols con su demanda contra Gotham?
Nada. Lo que le permite a la familia fundadora es cubrir el expediente. Pero lo que tendrían que haber hecho es comprar, comprar y comprar acciones. Es lo que están aparentando hacer con la posible opa de Brookfield.
¿Qué opina de esa operación?
Dicen que están estudiando una opa, pero la opa es para que suba la acción. ¿Quién les ha prestado el dinero para hacer la operación de refinanciación? Oaktree. ¿De quién es propiedad Oaktree? De Brookfield. ¿Qué están haciendo ahí? Ganando la pasta.
Es muy posible que la opa no salga. Es lo que yo pienso. Si finalmente sale, no van a poner ni un duro. Van a hacerlo con el dinero de los accionistas. Es decir, van a recomprar las acciones tan bajas que va a ser una pérdida para los inversores.
No es solo una opa, es una opa de exclusión, es decir, tienen la intención de sacarla del mercado.
Esa es otra clave. A mí me quisieron comprar mi parte de Gowex muchas veces. Siempre puse como condición que hubiera una opa sobre el 100% del capital. De esa manera protegía al accionista y me protegía a mí. Si lograba sacarla de bolsa, la demanda por falsificación podría venir de un parte en particular, un fondo por ejemplo, que me acusaba a mí. Tenía opción de negociar. Nadie quiso.
La CNMV no ha hecho nada por ayudar a los pequeños accionistas, sino todo lo contrario.
Es verdad que los de Gotham son unos delincuentes. Pero Grifols sabe que gran parte de lo que la casa de análisis dijo sobre la compañía es verdad. Sabe que no va a ser capaz de sacar adelante el proyecto como estaba estipulado. Y eso es una estafa. Ahora Grifols dirá que se querella contra mí. Pues que se pongan a la cola.
La pregunta es ¿los accionistas de Grifols se salvan? Francamente, no lo sé. No es normal que la familia coja y haga todos los contubernios que había hecho. Porque lo que estaba haciendo es llevarse la leche de la vaca fuera. Y al accionista le dejaban las deudas. Yo hacía lo contrario. Personalmente, asumía todo. Estaba dispuesto a morir por Gowex si me salía mal.
¿Cómo valora la actuación del supervisor tanto en el caso Gowex como en lo que está ocurriendo ahora con Grifols?
Soy muy crítico. La CNMV no ha hecho nada por ayudar a los pequeños accionistas. Todo lo contrario. El supervisor no suspendió la cotización de Gowex ni la de Grifols cuando Gotham anunció su ataque contra ambas empresas. Tampoco lo hizo, en el caso de Grifols, cuando salió el informe en inglés de 90 páginas mezclando insidias con realidades.
Y resulta que ahora, con la opa, sí suspende su cotización. ¿Pero qué es esto? Lo que está haciendo es machacar a los inversores minoristas. El supervisor está en contra del pequeño ahorrador. Si alguno fuera capaz de demandarles imagino que prosperaría.
Dicen que se ha convertido en criptobro.
No soy un criptobro, pero creo en la tecnología blockchain. Salvando las ineficiencias que existen, es una tecnología que puede hacer gran bien a la sociedad. Pero no creo en las criptoinversiones.
Me llaman criptobro porque he creado Gow2x, con un token llamado G2X, donde se pueden ver todas las transacciones que he hecho con todos los antiguos accionistas de Gowex que se identificaron. Calculo que son unos 700. La empresa no ha salido adelante y podría quejarme de la CNMV o de cuestiones jurídicas o fiscales. Pero sigue estando ahí y cuando tenga la capacidad de volver a retomarla, la retomaré.
¿Se siente en deuda con alguien?
Me siento en deuda con la gente que perdió y a la que yo esquilmé su esperanza. Yo no tenía inversores, tenía evangelizadores. A todos ellos los he traicionado.
Igual que Gowex ha hecho ruinas también ha generado multimillonarios.
Pero igual que Gowex ha hecho ruinas también ha generado multimillonarios. La valoración de la empresa pasó de 38 a 2.400 millones. Esa revalorización se la llevó mucha gente.
Hay personas a las que nunca podré resarcir. A mis hijos o a los accionistas que no puedan ver mi entrada en prisión. Eso es lo único que realmente nunca podré resarcir. Estáis hablando con alguien que hizo crecer a un hijo que llegó a ser extraordinario y que después, lamentablemente, lo vio morir.
¿Habrá más casos como el de Gowex?
Van a salir muchas más Gowex y más Grifols. Lamentablemente el pequeño accionista es el que va a caer siempre. Pero solo hay uno que ha confesado y que está asumiendo las consecuencias. Ni Benjumea, ni los de Carbures, ni Sousa. A mí confesar me ha valido diez años de que me llamen delincuente antes de que me condenen.
Pero no me importa. Me importa lo que yo sé y lo que se va a ver en el juicio. El día que salga la sentencia, y se explique todo, quizás algunos accionistas digan joder, este tío me engañó, pero lo que hacíamos merecía la pena.