El miedo vuelve a las bolsas: las dudas sobre EEUU y el sector tecnológico provocan otra oleada de caídas

El VIX -conocido como el índice del miedo y que mide la volatilidad del S&P 500- se disparó el martes un 33,2%, hasta los 20,72 puntos. La escalada continúa este miércoles: el indicador se eleva un 10,1% y se sitúa en torno a los 23 enteros.

Se trata de niveles no vistos desde mediados de agosto, cuando el pánico se disparó en los mercados, lo que propició que las principales bolsas del mundo sufrieran fuertes descensos.

Tras recuperarse de dichas caídas –e incluso superar los niveles previos al lunes negro- los índices de renta variable han vuelto a retroceder. Los descensos comenzaron el martes y Wall Street fue su epicentro.

El parqué neoyorquino vivió su peor sesión desde el pasado 5 de agosto. El Dow Jones cedió un 1,51%; el S&P 500 bajó un 2,12%, y el Nasdaq perdió un 3,26%.

"Detrás de este muy negativo comportamiento estuvo el renovado temor de los inversores sobre la posible ralentización del crecimiento económico estadounidense e, incluso, sobre una potencial entrada en recesión", explican los analistas de Link Securites.

Los inversores reaccionaron de forma negativa a los datos sobre la salud del sector manufacturero estadounidense: el PMI que elabora S&P Global y el ISM que publica el Institute for Supply Management (ISM).

Según el primero de ellos, la actividad manufacturera de Estados Unidos retrocedió en agosto al situarse en los 47,9 puntos desde los 49,6 anteriores, lo que se ha traducido en uno de los deterioros "más pronunciados" en lo que va de año.

Los datos publicados por ISM son ligeramente peores. El índice se moderó en agosto, hasta los 47,2 puntos, desde los 46,8 puntos del mes anterior. "Quizás el hecho de que los nuevos pedidos se contrajeran a un mayor ritmo en agosto de lo que lo habían hecho en julio fue lo que provocó la reacción negativa de las bolsas", consideran en Link Securities.

Nvidia

En las caídas de Wall Street mucho tuvo que ver también el desplome de Nvidia. El gigante de los semiconductores se hundió un 9,53% y terminó arrastrando tras de sí a todo el sector tecnológico. Los inversores se cuestionan "nuevamente las exigentes valoraciones de muchas de estas compañías y aprovecharon el pesimismo reinante para realizar beneficios en estos valores", añaden desde Link Securities.

El mal comportamiento de la Bolsa de Nueva York se ha extendido este miércoles a los parqués asiáticos. El principal índice de la Bolsa de Tokio, el Nikkei, ha retrocedido un 4,24%.

Los descensos en Europa eran más contenidos. El Dax alemán restaba un 0,71%; el FTSE 100 británico, un 0,65%; el Cac 40 francés, un 0,69%, y el FTSE Mib, un 0,57%.

El Euro Stoxx 50 se dejaba un 0,93% y el Stoxx 600, un 0,9%. ASML, especializada en la fabricación de equipos para la producción de semiconductores, sufría uno de los mayores castigos del continente, al ceder un 4,7%, presionada por la caída de Nvidia.

Empleo de EEUU

Pese a que el miedo parece apoderarse de los inversores, los analistas de Bankinter consideran que los datos "no apuntan a un escenario de contracción económica en EEUU, sino a la ralentización necesaria para que la Reserva Federal (Fed) arranque su proceso de recorte de tipos".

Y eso, apuntan, "no es un mal contexto para bolsas, sino todo lo contrario. Pero el mercado necesita comprobar que los datos de empleo de EEUU confirman este escenario y, por eso, será complicado que las bolsas reboten antes del viernes".

Así, anticipan que si los datos de agosto son positivos las bolsas "repuntarán inmediatamente, pero el mercado quedará tocado si decepcionan".

El consenso de analistas espera que la primera economía del mundo haya creado 165.000 nuevos puestos de trabajo en el octavo mes del año, lo que supone una aceleración respecto a los 114.000 de julio.