
Ursula von der Leyen
Así como no hay ganancia sin riesgo, tampoco hay progreso sin inversión. Europa, que ha ido perdiendo terreno en la competencia global, parece haber tomado nota. Esta semana, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentó un plan de inversión de 800.000 millones de euros para los próximos cuatro años.
El problema es que gran parte de estos fondos no se destinarán a cerrar la brecha competitiva con Estados Unidos y China -por ejemplo, impulsando el desarrollo tecnológico-, sino a reforzar la defensa europea ante el deterioro de las relaciones con Washington. Si se aprueba la iniciativa, gran parte del dinero se destinará a gasto militar.
Pero ¿de dónde saldrán los fondos, cuando hace poco se hablaba de problemas presupuestarios en Europa? El plan prevé, entre otras cosas, 150.000 millones de euros en préstamos a los Estados miembros y la activación de una cláusula fiscal que permitirá aumentar el gasto en defensa sin desencadenar sanciones por déficit excesivo.
La bolsa europea celebró la noticia, dejando de lado incluso el impacto negativo de los aranceles recientes de Trump a Canadá, México y China (temiendo que Europa pudiera ser la siguiente). Las acciones de empresas de defensa como BAE Systems, Thales Group, Leonardo S.p.A., Saab AB y Rheinmetall AG han sido las principales beneficiadas.
Al mismo tiempo, los rendimientos de los bonos alemanes y europeos a 10 años han subido más de un 10% en los últimos días, mientras que el euro se ha apreciado frente al dólar. El temor es que el gasto en defensa se financie con deuda cada vez más cara, lo que podría poner en peligro la estabilidad fiscal de los países europeos en el futuro.
Los rendimientos de los bonos alemanes y europeos a 10 años han subido más de un 10% en los últimos días, mientras que el euro se ha apreciado frente al dólar
¿Hasta dónde puede llegar el mercado?
Aunque la economía europea podría recibir un impulso, también podría enfrentarse a una mayor inflación, lo que llevaría al BCE a reconsiderar su política de recorte de tipos. De hecho, la probabilidad de un recorte en abril ha caído al 54% desde el 66% de principios de semana, y las expectativas de una reducción en mayo también han disminuido.
Ahora bien, hasta hace poco, muchos analistas advertían de que el potencial alcista era limitado, dada la debilidad económica y los riesgos geopolíticos, incluidas las posibles guerras comerciales con EEUU. Si los países no logran aprobar estos ambiciosos planes de gasto, el sentimiento del mercado podría deteriorarse rápidamente.
***Igor Kuchma es analista de Trading View.