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La coyuntura internacional y el contexto global de la parte macroeconómica ven una recuperación importante en los mercados de renta variable en Europa y esto atrae el interés de inversores que solo veían en EEUU una alternativa factible para sus inversiones, por lo que el dinero sale de los activos y mercados refugio, como pueden ser las materias primas.
En este aspecto, el gas natural no se desmarcará de esta incertidumbre y esta negativa. Eso sí, no le afectará tanto como al petróleo o los metales, ya que hablamos de una materia prima no principal, aunque cada vez va ganando mayor protagonismo como alternativa a combustibles y parte energética principal.
En este caso, vemos una buena recuperación de precio de dicho activo con una consistencia importante en el corto plazo, pero sin conseguir superar resistencias principales, por ahora. Los últimos movimientos de los precios llegan a alcanzar niveles preocupantes de soporte (2,560 dólares), pero vuelve de nuevo a recuperar posiciones y atacar resistencias de corto plazo. Por el momento no consigue superar la serie áurea del Fibonacci bajista (62%) del último movimiento y será importante que lo haga pronto si queremos ver movimientos alcistas de medio plazo en este activo y pensar en próximos objetivos más optimistas. Ahora se mueve en los 2,863 dólares, con una caída del 2,5% en 2019.
Por otro lado, vemos cómo recientemente las medias móviles principales se han cruzado a la baja (la de 60 con respecto a la de 200) y eso supone que la tendencia pasa a ser bajista y, por tanto, nos encontramos ante un posible movimiento bajista de medio plazo más prolongado, lo cual apoyaría la teoría de ver una consolidación bajista de precios para ver nuevos recortes.