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Turquía pone freno a la euforia por las criptomonedas que esta semana volvía a desatarse por el esperado estreno de la plataforma Coinbase. El bitcoin pierde un 7% desde sus recientes máximos y este viernes su descenso lo aproxima de vuelta a los 60.000 dólares. Castigo inversor después de que el país otomano haya anunciado la prohibición de pagos con criptos.

El veto entrará en vigor el próximo 30 de abril e impedirá cualquier pago "de manera directa o indirecta" con criptomonedas. El Banco Central de Turquía lo justifica en los "riesgos significativos" que representan estas monedas digitales para el sistema y sus usuarios. De este modo, también han quedado prohibidas iniciativas encaminadas a "la emisión de dinero electrónico".

Un varapalo para la progresiva incorporación de las criptomonedas a la economía real que se convierte en una de las primeras medidas de la institución monetaria bajo el mando de Sahap Kavcioglu. Este es el gobernador del Banco Central de Turquía desde que el pasado marzo el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, decidió retirar de su puesto a Naci Agbal.

Desconfianza en la lira

Este cese que se produjo solo cuatro meses después de su nombramiento, pues el presidente turco entendió que Agbal no había implantado medidas correctas y suficientes para salvaguardar la estabilidad de la divisa nacional. Un golpe de timón que menoscabó aún más la imagen de la institución supervisora y se tradujo en un desplome superior al 10% para la lira turca.

Ante este escenario, plataformas de negociación en criptomonedas con actividad en Turquía reportaron un fuerte incremento de nuevas altas y transacciones, pues muchos ciudadanos acudieron a estos activos digitales para salvaguardar sus ahorros. Lo mismo ocurrió también, y en mayor medida, en torno a divisas fuertes internacionales.

De momento, Turquía no penaliza la tenencia ni el intercambio de criptomonedas, sino que únicamente prohíbe su uso como moneda de cambio reemplazando a la moneda fiduciaria. En este sentido, la institución insiste en que "su uso en pagos puede ocasionar pérdidas no recuperables para las partes implicadas en las transacciones" debido a su volatilidad, ausencia de respaldo y regulación.

Si bien la aceptación del bitcoin como moneda de pagos es aún muy residual a escala global, y más aún en el caso de otras criptomonedas de menor difusión, la medida llega en plena transición de grandes firmas mundiales en esta dirección. Tesla y PayPal son dos de los ejemplos más claros de esta tendencia, que de momento tan solo se extiende a EEUU, pero a la que Turquía ya se ha apresurado a cerrar la puerta.

Regulación restrictiva

Con este movimiento, el país asiático se pone de parte de las economías que recurren a una regulación más restrictiva. En este sentido, India ponía sobre la mesa hace solo unas semanas la posibilidad de prohibir por completo las criptomonedas. Mientras tanto, en China hace tiempo que está vetada la emisión y comercialización de estos activos, aunque no su posesión ni su uso en determinadas transacciones.

A la postre, esta zancadilla de Turquía con el objetivo último de potenciar el uso de su moneda nacional venía a acelerar la corrección del bitcoin y otras criptomonedas desde sus recientes máximos históricos. Una senda alcista que también se ha conseguido gracias a un progresivo avance en una regulación más o menos amable sobre estos activos en jurisdicciones como Europa, donde sobre todo se ha avanzado en su fiscalidad y comercialización.

Dogecoin aguanta al alza

Unas cotas récord de cotización que en buena medida se han producido en el contexto del estreno bursátil de la plataforma de negociación Coinbase, que en su debut en el Nasdaq estadounidense llegó a marcar subidas de más del 70% para sus acciones. Este viernes, el bitcoin cedía hasta mínimos intradía de 60.005 dólares, sensiblemente por debajo de sus recientes máximos, en los 64.374 'billetes verdes' conseguidos el pasado miércoles.

Por su parte, el dogecoin sí conseguía extender una jornada más su vertiginoso ascenso. La criptomoneda parodia de la inflación subía hasta un 154% -en los 0,33 dólares- después de haber rebasado por primera vez en su historia esta semana la cota de los 10 centavos.

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