La calificación crediticia de España está a salvo. En Société Générale están convencidos de que así será siempre y cuando el nuevo Gobierno de coalición PSOE - Unidas Podemos haga "cualquier cosa que no sea derogar por completo la reforma laboral". Una circunstancia que, entonces sí, pasaría factura al rating soberano, según las predicciones de la entidad francesa.
Este discurso nace del convencimiento de los expertos de Société Générale de que en esta norma yace buena parte de la solvencia económica de España. Jaime Sanz, responsable de asesoramiento de rating soberano de la firma, ha destacado la mejora en competitividad que ha impulsado esta reforma que ahora está en tela de juicio. "Mientras que en España los costes laborales han bajado cerca de un 15% en la última década, en Italia han subido un 2%", ha subrayado.
Con estas premisas, la entidad financiera espera que España se mantenga al frente de la expansión económica de la Eurozona, aunque no permanecerá inmune a la desaceleración global que, sin desfilar por el abismo de la recesión, prevén para 2020. Sanz estima que el PIB "crecerá entre el 1,4% y el 1,8%", mientras que el déficit "no se desviará mucho más allá del 1,7%", que es la tasa que el Gobierno viene manejando en sus últimos cálculos.
Desde este punto de partida, los expertos de la entidad gala esperan que la emisión de deuda tanto soberana como corporativa se mantenga en zona de máximos durante 2020, aunque "ligeramente por debajo", ha puntualizado Fernando García, director de mercados de capitales de la entidad. Así se prevé que la vida media de los bonos del Tesoro pueda seguir alargándose más allá de los 6,7 años conseguidos en 2019 -en 2018 se situaba en 6,2 años- y se sigan repitiendo colocaciones a tipos bajos.
Por lo que se refiere a este último punto, Société Générale no espera que el Banco Central Europeo (BCE) vaya a tocar los mínimos de los tipos de interés iniciales al menos hasta 2022. Además, Sanz ha subrayado que la institución “está satisfecha con cómo ha funcionado el ‘tiering’ y no se prevén cambios” en este escalonamiento de la tasa de depósitos. El único cambio que el experto considera en el vigilante del euro es “una redefinición del objetivo de inflación en torno al 2% que Christine Lagarde -actual presidenta del organismo- considera demasiado vaga”.
Ante el convencimiento de que además el programa de compras del BCE “va a seguir ahí hasta que no se vea inflación”, según señala Carlos Cortezo, responsable de mercado de capitales para instituciones financieras de Société Générale, se mantiene “una percepción bastante sólida del riesgo soberano español”. En este contexto, desde la entidad no se descarta una progresiva rebaja de la prima de riesgo frente al ‘bund’ alemán, aunque se considera “optimista” la previsión de altos cargos del Tesoro Público de que esta pueda llegar a descender hasta los 40 puntos básicos a lo largo de este año.