Cómo funcionan

Los planes de pensiones son productos de ahorro previsional a largo plazo. Su principal razón de ser es la de canalizar fondos para poder disponer de ellos en el momento de la jubilación, como complemento cada vez más necesario a la pensión de la Seguridad Social. Con el objetivo de no desviarse de este importante fin, los planes de pensiones tienen restringida la liquidez a determinadas situaciones excepcionales de necesidad, como desempleo o incapacidad. Para compensar esta circunstancia y además fomentar el ahorro complementario, las aportaciones se encuentran incentivadas en IRPF. La aportación anual máxima será de 8.000 euros. Sin embargo, la deducción máxima en IRPF será la menor de las siguientes cantidades:

8.000 euros. El 30% de los rendimientos netos del trabajo y/o actividades económicas.

Puede ocurrir por tanto que un partícipe pueda aportar más de lo que posteriormente pueda desgravar.

Como ejemplo, pensemos en una persona que cuenta con unos rendimientos netos del trabajo que ascienden a 25.000 euros anuales. Este contribuyente podrá realizar aportaciones anuales máximas de 8.000 euros, pero su límite de reducción será de 7.500 euros (el 30% de esos 25.000 euros).

¿Qué ocurre si esta persona realizó la aportación máxima de 8.000 euros? Habrá 500 euros de exceso que no pueda deducirse en la declaración del ejercicio fiscal correspondiente. Sin embargo, ese exceso podrá ser trasladado a los cinco ejercicios fiscales siguientes.

En el IRPF

Las aportaciones a planes de pensiones son deducibles de la base imponible general del IRPF, con los límites anteriormente descritos. De este modo, cuando aportamos a planes de pensiones (o planes de previsión asegurados, productos de funcionamiento y fiscalidad similar), reducimos la cantidad de impuestos a los que debemos hacer frente o incluso incrementan el importe que Hacienda debe devolvernos si es el caso.

¿Cuánto voy a ahorrar gracias a mis aportaciones?

El ahorro fiscal vendrá determinado por dos variables: La cuantía de las aportaciones realizadas y el tipo marginal del contribuyente, es decir, el porcentaje marginal más elevado al que estemos tributando en el IRPF, según la escala aplicable. Veamos varios ejemplos:

Si el tipo marginal del contribuyente es del 24%

En caso de aportar 2.000 euros, el ahorro fiscal sería de 480 euros. En caso de aportar 5.000 euros, el ahorro fiscal sería de 1.200 euros. En caso de aportar 8.000 euros, el ahorro fiscal sería de 1.920 euros.

Si el tipo marginal del contribuyente es del 37%

En caso de aportar 2.000 euros, el ahorro fiscal sería de 740 euros. En caso de aportar 5.000 euros, el ahorro fiscal sería de 1.850 euros. En caso de aportar 8.000 euros, el ahorro fiscal sería de 2.960 euros.

Si el tipo marginal del contribuyente es del 45%

En caso de aportar 2.000 euros, el ahorro fiscal sería de 900 euros. En caso de aportar 5.000 euros, el ahorro fiscal sería de 2.250 euros. En caso de aportar 8.000 euros, el ahorro fiscal sería de 3.600 euros.

Información facilitada por Mi Jubilación de Futuro