Comenzamos con tres preguntas esenciales: qué quiero comprar, cuánto dinero tengo ahorrado y cuánto puedo pagar.  Y un recordatorio:  no dar una entrada a una vivienda sin saber si tendrás opción al crédito que necesitas. Puedes perder lo aportado.

Ingresos y gastos

- Los bancos son más exigentes y más rigurosos en la valoración del riesgo. En principio, suelen conceder el 80% del valor de tasación de la vivienda, ante los cual es aconsejable tener ahorrado un 20% más los gastos. Y no olvidar que siempre es sobre el valor de tasación que puede ser inferior al precio de la vivienda.

Esto supone buscar alternativas en diferentes entidades. Aquí hay varios aspectos que también influyen en la consecución del objetivo: la edad, que haya más ingresos en la familia (cónyuge o rentas) o las cargas familiares.  Además, la cuota mensual de la hipoteca no debería superar el 30% ó 35% de los ingresos.

Con las cuentas hechas, comienza la búsqueda en el lugar preferido. Y ahí hay aspectos importantes.

Infraestructuras y dotaciones

- Tanto si es para vivir, como para alquilar, es recomendable analizar la existencia de transporte público y de buenas infraestructuras, en general. Las zonas verdes, la cercanía de comercios o centros educativos son otros puntos destacadas, especialmente con niños.

Conocer la zona

- Para evitar futuras sorpresas conviene darse una vuelta por el barrio de día y de noche o en horas punta, para comprobar si hay exceso de tráfico, de ruidos, si es una zona tranquila o si existen establecimientos que puedan resultar molestos. Una vez hecha la inversión es más difícil retroceder.

Estado del inmueble

- Este consejo es esencial en viviendas de segunda mano. Al visitar un piso hay que agudizar todos los sentidos, no sólo la vista: humedades, ruidos... Tampoco viene mal comprobar el planeamiento urbanístico que afecta al inmueble. Estos documentos se pueden encontrar en los Ayuntamientos. Si el inmueble está ampliado, comprobar que se ha hecho correctamente siguiendo las normas del consistorio.

Precio vivienda y gastos posteriores

-  Además del precio de la vivienda en sí, hay que sumar todos los gastos. Si éstos son muy elevados, o se reparten entre muy pocos vecinos, los desembolsos mensuales serán mayores y pueden desbaratar cualquier presupuesto familiar.  Eso si es para vivir, pero si la compra se ha hecho como inversión, reducirán notablemente la rentabilidad.

Son consejos esenciales que te harán la vida más fácil o igual te marcarán si puedes o no comprar esa ansiada vivienda.

FORO CONSULTORES INMOBILIARIOS (www.foroconsultores.com)