Por Yolanda González

La enseñanza en España es gratuita -al margen de los gastos en material y otros conceptos- hasta los 16 años. Las familias no tienen que pagar por las instalaciones o el profesorado, al menos no directamente, ya que se financia a través de los impuestos que abona el conjunto de la sociedad. 

Sin embargo, cuando se deja atrás el instituto y se decide estudiar una carrera o cualquier otro tipo de enseñanza no obligatoria, aparece un nuevo gasto al que hacer frente. Por ejemplo: la matrícula universitaria. Desde 2012 a 2016, el precio de las matrículas universitarias se encareció un 20%, de acuerdo con un informe realizado por CCOO. Una consecuencia de la disminución del gasto público en educación, que en 2018 representa apenas el 3,82% del PIB, la cifra más baja de los últimos 23 años. 

Sin embargo, existen varias posibilidades que pueden ayudar a hacer frente al precio de la formación. Gracias a becas, créditos bancarios e incluso  a la economía colaborativa, el precio de los estudios no tiene porqué frenar en ansia de conocimiento. 

BECAS

Las becas del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MEC) son las ayudas que ofrece el Gobierno de España, destinadas a quienes vayan a cursar estudios postobligatorios, sean o no universitarios. Los requisitos que se tienen en cuenta para concederlas son la renta o el patrimonio familiar y el cumpliendo con ciertos requisitos académicos. Una de las novedades de las becas del curso 2018-2019 es la nota media que se demanda para poder acceder a ellas, que ha bajado del 5,5 al 5.

Estas ayudas están destinadas a cubrir los gastos de la matrícula, pero también ofrecen una cuantía fija de 1.600 euros ligada a la renta del estudiante y otra de 1.500 euros para aquellos que vayan a realizar sus estudios fuera de casa. 

CRÉDITOS

Pese a que a nadie le apetece endeudarse a los veinte años, solicitar un crédito al banco para poder pagar los estudios tiene ciertas ventajas. Son préstamos más atractivos, con tipos de interés y comisiones más bajas. Además, el estudiante puede disfrutar de un periodo de carencia en el que no tendrá que abonar cuotas. Suele tratarse de unos dos años para que así se empiece a pagar cuando el estudiante haya encontrado un puesto de trabajo.

Existen varias modalidades, para que el estudiante elija el que más se adapte a sus necesidades:

-Créditos para toda la carrera: el dinero se destina al pago de la matrícula y a gastos relacionados con el desarrollo del grado universitario. El préstamo exprés estudio de CaixaBank permite disponer del dinero necesario para pagar la matricula. Permite obtener de forma rápida y sencilla desde 1000 euros a devolver en tres, seis o doce meses.

-Anticipos de becas: este tipo de ayudas no suelen llegar en el inicio de curso, momento en el que el estudiante ya se ve en la necesidad de realizar ciertos desembolsos, por lo que la entidad financiera adelanta el importe que se recibirá por la concesión de la beca. Entidades como el Banco Santander y Abanca facilitan este tipo de financiación.

- Créditos para másteres: permiten poder afrontar el coste de estudios de precio elevado. El crédito máster blue BBVA permite solicitar hasta 50.000 euros con una tasa anual equivalente (TAE) del 5,45% a devolver en un periodo de hasta 8 años y con la opción de no empezar a pagar hasta un año más tarde. Abanca también dispone de esta modalidad de préstamo que permite solicitar hasta 44.000 € de préstamo a un 3,95% a tipo interés nominal (TIN) durante el primer año, y un interés variable de Euríbor + 3,95% para el resto del plazo (4,15% TAE). Con la posibilidad de no empezar a pagarlo hasta el tercer año.

-Préstamos estudios internacionales: estudiar en el extranjero no suele ser barato. Este tipo de créditos ayudan a asumir el coste de irse a otro país a estudiar un idioma o una carrera. En banco Sabadell ofrece este tipo de préstamos desde el 6,75% TIN, con una carencia de hasta 5 años y con un plazo de devolución máxima de 10 años.

 -Créditos para otros cursos: destinados a financiar estudios que no sean oficiales o no encajen en las categorías anteriores. 

OTRAS OPCIONES 

El `crowdlending¿ es una modalidad de `crowdfundig¿ - una especie de micromecenazgo- en la que un grupo de inversores particulares deciden financiar un proyecto. Plataformas como Zank permiten que un estudiante consiga el dinero que necesita para la matrícula de su carrera o máster de forma rápida. Esta startup se dedica a ofrecer préstamos de poca rentabilidad, bajo riesgo, y hacen de mediadores entre estudiantes que necesitan financiación para sus estudios e inversores que quieren apostar por ellos a través de Internet.

- La vuelta al cole supondrá un gasto medio de unos 260 euros, el 8% más

- Consejos económicos (y páginas web) para aprobar con nota la vuelta al cole