Cambio de hora: ¿la recta final hacia su desaparición?
La recta final del verano trae consigo uno de los debates imprescindibles de cada año: cambio de hora si o cambio de hora no. En esta ocasión, avivado por la iniciativa del Parlamento Europeo para que la Comisión Europea revise la regulación de los cambios de horario europeos que tienen lugar en primavera y en otoño.
9 septiembre, 2018 04:00z
Por Yolanda González
La Comisión evaluará el impacto que tiene en la salud y en la economía modificar el reloj dos veces al año. Con esta iniciativa se pretende también establecer un horario unificado en la Unión Europea y llegar a un consenso para evitar que algunos países continúen con los cambios y otros los eliminen.
Por su parte, los europeos lo tienen claro. En una encuesta no vinculante en la que participaron millones de ciudadanos, el 84% votó a favor de suprimir el cambio de hora. De hecho, en el caso de los españoles, el resultado fue del 93%.
Quienes están a favor del cambio de hora defienden el ahorro económico y energético que este supone. Mientras que los detractores del mismo argumentan que el ahorro apenas es significativo y que, además, acarrea problemas de salud.
A FAVOR DEL CAMBIO DE HORA
Cuando durante la Primera Guerra Mundial, Alemania y sus países aliados establecieron el cambio de hora, la intención era sacarle un mayor rendimiento a la luz solar. Este ha sido el principal argumento que ha llevado a casi un centenar de naciones en todo el mundo a adoptar esta medida.
Aprovechar la luz del sol supone un ahorro energético. El problema está en que, a lo largo del año, las horas en las que hay luz natural varían. En España, en verano podemos disfrutar de hasta 16 horas de sol mientras que en invierno se reducen a nueve.
Si se adapta la hora a la que amanece, haciendo que coincida con la jornada laboral, se aprovecha más la luz natural y, por lo tanto, se reduce el consumo de energía hasta un 5%, de acuerdo con el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). La institución señala que esto supone un ahorro económico de 300 millones de euros.
EN CONTRA DEL CAMBIO DE HORA
Pero lo cierto es que hay estudios que afirman que el ahorro es insignificante. Tras realizar una investigación en 1998, la propia Comisión Europea valoró el ahorro como ¿relativamente modesto¿. Dos años más tarde, Red Eléctrica Española aseguraba que era poco relevante. De acuerdo con Ecologistas en Acción, el consumo puede incluso ser mayor porque las horas en las que se reduce por la mañana se compensan con un aumento del gasto por la noche.
Rafael Montes Barrio, que forma parte de la Comisión de Energía de Ecologistas en Acción de Madrid, asegura que, además de la cuestión del ahorro energético, ¿lo que sí resulta claro es la importante cantidad de trastornos que ocasionan, casi siempre relacionados con la alteración del reloj biológico de las personas¿. En un informe realizado por la asociación destacan que el cambio de hora puede ser responsable de casos de patología psiquiátrica, ansiedad, depresión, trastornos del sueño y la alimentación, falta de concentración, irritabilidad, fatiga crónica, problemas cardiovasculares y mayor incidencia de accidentes laborales y de tráfico.
EL USO HORARIO DE ESPAÑA
El debate alcanza también la situación de España respecto a los husos horarios. Observando el mapa, nuestro país se sitúa en el mismo meridiano que Portugal o Gran Bretaña (GMT + 0), sin embargo, nos regimos por una hora más (GMT+1). El resultado es que en la mayor parte del territorio español amanece y anochece más tarde que en los países europeos próximos.
Pero si España se adaptara al huso geográfico que le corresponde, habría efectos sobre nuestros hábitos culturales y económicos.
Ante este debate, el portavoz comunitario Alexander Winterstein ha recordado que el cambio de hora es una competencia nacional. Por su parte, el Gobierno de Pedro Sánchez ha declarado su intención de evaluar los beneficios que tendría cambiar el huso horario de España.