Domínguez Abascal, durante su intervención en la inauguración del seminario "El reto de la pobreza energética", organizado por la Fundación Naturgy y la Universidad de Barcelona, ha explicado que en el último mes y medio, aproximadamente desde que se aprobó el real decreto de medidas urgentes de protección a los consumidores, se han concedido 172.000 nuevos bonos sociales, con lo que "el ritmo al que están accediendo es importante".

La fecha para que renueven el bono social sus actuales beneficiarios, que siguen percibiendo la ayuda con cargo al anterior, finaliza el 31 de diciembre, aunque estos descuentos en la factura de la luz para los consumidores vulnerables pueden ser solicitados en cualquier momento por quien cumpla los requisitos para acceder a él.

A pesar de ello, Domínguez Abascal ha dicho que "la situación no está resuelta, ni mucho menos", pues en España se estima que hay más de cuatro millones de personas que sufren pobreza energética.

Por tanto, si se tiene en cuenta que la media de personas por hogar en España se sitúa en 2,4 personas por hogar, en estos momentos quedarían cubiertos por el bono social cerca de 2,4 millones de personas y quedaría por llegar a una cifra similar de consumidores en situación de vulnerabilidad.

El secretario de Estado ha dicho que el Gobierno en su lucha contra la pobreza energética ha afrontado en primer lugar cuestiones de urgencia y ha aumentado los límites de consumo de energía a los que se podían acoger personas en pobreza energética y ha introducido categorías nuevas de beneficiarios, como las familia monoparentales, de las que un 90% están encabezadas por mujeres.

Además, ha recordado que desde que se aprobó el real decreto no se puede cortar la luz en una vivienda donde no hay capacidad económica y habitan menores.

Domínguez Abascal ha señalado que el Gobierno tendrá redactado antes del mes de abril la Estrategia Nacional de Pobreza Energética.

El director general de la Fundación Naturgy, Martí Solá, ha explicado algunas de las acciones que lleva a cabo la compañía contra la pobreza energética, como la entrega de paquetes de eficiencia energética, que incluyen lámparas led, y una escuela de energía donde se enseña a las familias a mejorar sus hábitos de consumo y cómo gestionar su factura.

Ha indicado que la Fundación Naturgy también lleva a cabo un programa para ayudar a la rehabilitación de viviendas a fin de hacerlas más eficientes energéticamente.

Solá ha recordado que a las viviendas españolas construidas antes de 1980 no se les exigían aislamientos y hoy una rehabilitación integral de un edificio cuesta entre 25.000 y 30.000 euros por vivienda, una inversión que no pueden afrontar familias vulnerables.

Por eso, la fundación hizo un estudio para que con un coste más reducido, de 1.500 o 2.000 euros, a lo sumo 3.000, se puedan rehabilitar viviendas y ha creado un fondo solidario de rehabilitación, al que la fundación ha aportado una cantidad y que se ha abierto también para que reciba donaciones.

Martí Solá, que ha explicado que, por cada donación que se hace, la Fundación Naturgy pone la misma cantidad, ha indicado que también es necesario crear un registro único de clientes vulnerables.