Las energías renovables han dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad como consecuencia del cambio climático. Especialmente, si se tienen en cuenta los daños económicos que se estima que se derivarán de los cambios en el clima. Según estimaciones del ‘Fourth National Climate Assessment’, publicado en EEUU a finales del pasado año, estos costes serán de casi 300.000 millones de dólares en el año 2100. Se prevé que se verán afectados los sectores de agricultura e infraestructuras, particularmente las redes eléctricas, como consecuencia de situaciones climáticas extremas.

Como compensación, se estima que la inversión en energías renovables y otros medios para combatir el cambio climático puede añadir 20.000 millones de dólares al PIB mundial hacia finales de siglo. Además, la inversión en energías renovables es buena para el empleo. Según datos la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), el número de empleados en energías renovables globalmente era de 10,3 millones a finales de 2017, con un incremento del 5,3% sobre el año anterior.

Con todo ello, la inversión en compañías cuya actividad se focaliza en energías renovables y, de forma general, en actividades de protección ambiental y de lucha contra el cambio climático, no sólo es una cuestión ética y responsable, sino que es capaz de generar elevados retornos. Así puede apreciarse en la evolución de los fondos de la categoría sectorial VDOS de ecología, que invierten en energías renovables, protección al medio ambiente y el cambio climático, que se anotan en el año un avance del 26% por rentabilidad, sólo por detrás de TMT (Tecnología, Medios y Telecomunicaciones).

Entre los fondos de esta categoría, con la calificación más alta, cinco y cuatro estrellas de VDOS, el mejor resultado durante el año lo obtiene la clase N en euros de Multipartner Sicav - RobecoSAM Smart Energy, con una revalorización del 31,4%. A un año, su rentabilidad es de un 27,6% con un dato de volatilidad del 23,7%. Toma como referencia el índice MSCI World (net) CHF e invierte en empresas que proporcionan soluciones competitivas y sostenibles para satisfacer la creciente necesidad de un suministro de energía fiable, limpio y asequible.

Está dirigido a inversores con un horizonte de inversión a largo plazo, convencidos del potencial de sostenibilidad de este tipo de energías, y para su inclusión en una cartera diversificada globalmente. Entre las mayores posiciones en la cartera del fondo encontramos nombres como Maxim Integrated Products (5,04%), Avangrid (3,34%), UGI Corp (3,21%), Renesas Electronics (3,11%) y Skyworks Solutions Inc (3,11%). Aplica una comisión fija del 0,75% y de depósito del 0,3%. Cuenta con un patrimonio bajo gestión de 110 millones de dólares (aproximadamente 631 millones de euros).

Denominado en dólares, la clase A de distribución de Legg Mason Clearbridge US Equity Sustainability Leaders X obtiene  una rentabilidad del 30,4% desde enero y del 21,6% en el último año, con un coste por volatilidad del 19%. Se propone como objetivo generar la revalorización a largo plazo del capital, invirtiendo al menos el 85% de sus activos en acciones de empresas estadounidenses que cumplen con los criterios financieros del gestor en cuanto a políticas ambientales, sociales y de gobernanza (ASG).

El gestor selecciona empresas que, en su opinión, se orientan a productos y servicios con un impacto positivo en la sociedad, haciendo menos daño a las personas y el planeta en relación con otras empresas del mismo sector. Incluye entre las mayores posiciones en su cartera acciones de Microsoft (6,06%), Apple (4,55%), Alphabet A (4,05%), Costco Wholesale (3,50%) y Ecolab (3,19%). Grava a sus suscriptores con una comisión fija del 0,6% y de depósito del 0,15%.

Con el foco puesto en la obtención de rentas más altas que la media del sector, la clase BP del fondo Nordea 1 - Global Climate and Evironment Fund obtiene desde enero un 27,1% de rentabilidad y un 17,8% a un año, periodo en que registra una volatilidad bastante controlada del 18,1%. Así, se posiciona en el segundo grupo de los mejores de su categoría por este concepto, en el quintil cuatro.

Se propone alcanzar un crecimiento de capital a largo plazo a través de una cartera diversificada de renta variable en empresas a nivel global que se beneficien directa o indirectamente de los acontecimientos relacionados con cambios medioambientales. El fondo invertirá al menos dos tercios de sus activos netos en títulos de renta variable e incluye entre sus mayores posiciones nombres como Air Liquide (4,04%), Linde (3,97%), International Flavors and Fragrances (3,97%), Munich Re (3,17%) y la estadounidense Waters (2,94%). Su comisión fija es del 1,5% y de depósito del 0,12%.

Las energías eólica y solar no están solas en el esfuerzo por contener el avance del cambio climático. Formarán parte de una gran cantidad de tecnologías y estrategias para reducir las emisiones de carbono. Las inversiones actuales en carteras renovables estándar mejoran las posibilidades de que estas tecnologías estén listas para hacer frente a los desafíos climáticos que nos esperan.

*Paula Mercado es directora de análisis de VDOS

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