Las manos fuertes del mercado regresan a la bolsa animados por el QE2
- Las suscripciones en fondos de bolsa en Europa de la última quincena triplican los mejores registros anuales
- Por primera vez desde enero se registra una quincena con entradas netas de capital en esta categoría
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El Banco Central Europeo (BCE) está de vuelta. La maquinaria para evitar el frenazo en seco de la Eurozona está en marcha con el QE2, la reactivación de su programa de compra de activos en el mrcado. Un escenario ante el que, ya sea por convencimiento o por la necesidad de arañar a la recta final del año los rendimientos que no encuentran en la renta fija, muchos gestores han emprendido el camino de vuelta a las bolsas con unos volúmenes insólitos en los últimos nueve meses.
Dos semanas consecutivas de suscripciones netas. Ese es el poco lucido hito que los fondos de renta variable europeos acaban de conseguir y que no eran capaces de encadenar desde enero, según datos recopilados por Bank of America. La palanca de cambio para frenar una sangría que en lo que va de año todavía supone reembolsos netos por algo más de 106.000 millones de euros en este tipo de vehículos ha llegado con los preámbulos para el estreno del QE2.
A partir de este recién estrenado noviembre, el BCE regresa a las compras netas de títulos de deuda en la región. Y dispone de presupuesto por hasta 20.000 millones al mes. Un giro de la institución monetaria que ha sonado a cambio de tercio en muchas casas de inversión y que se ha visto arropado por la sucesiva consecución de un nuevo máximo histórico de cotización tras otro en Wall Street.
Esta senda de regreso hacia los fondos de renta variable ha estado marcado por otros dos factores más en el Viejo Continente. El primero de ellos, el creciente miedo a una burbuja de valoraciones en activos de renta fija de alta calidad crediticia, un segmento en el que los tipos negativos siguen ganando terreno y la única ganancia posible viene por la venta a un precio mayor que el de compra. El segundo radica en el convencimiento de que la institución que ahora preside la francesa Christine Lagarde seguirá saliendo al rescate de la economía europea cada vez que sea necesario.
El convencimiento de que los bancos centrales están listos para salir de nuevo al rescate si la economía flojea marca el regreso a la renta variable de muchos que huyen de los cada vez más abundantes tipos negativos en deuda
Con estas premisas, algo más de 1.205 millones de euros netos han entrado en vehículos de inversión en bolsa en la última semana. Una cifra a la que hay que sumar los 1.585 millones adicionales que han entrado en fondos cotizados (ETF por sus siglas en inglés) referenciados a bolsa. En total, la insólita cifra de suscripciones netas por 2.790 millones de euros, una magnitud de nuevo insólita desde que empezó el año que ahora toca a su fin, siempre según los datos recogidos en el informe semanal de flujos de Bank of America.
El cambio de pauta de inversión por el que han optado muchas manos fuertes del mercado en estos últimos días en los que Mario Draghi se ha despedido de la presidencia del BCE se aprecia también en los datos de fondos de inversión en renta fija de alta calidad crediticia en euros. Si en los últimos meses no dejaba de entrar dinero a este grupo de vehículos como estrategia de refugio ante un posible frenazo de la economía, fuera o no con entrada en recesión, esta última semana el banco estadounidense señala reembolsos netos por 295 millones de euros.
MIEDO A LA BURBUJA Y EUFORIA EN WALL STREET
A pesar de lo significativo de esta cifra, por el vuelco que supone para muchos inversores, es en realidad un volumen más que testimonial frente a la suma que han conseguido atraer estos fondos a lo largo de todo el año. Los datos de la consultora especializada EPFR Global apuntan a suscripciones casi continuadas por 38.240 millones de euros en lo que va de año, una cifra que supone un 8,7% del volumen que esta categoría de fondos amasaba al cierre de 2018.
La tendencia de regreso a la bolsa pasa irremediablemente por los máximos de Wall Street, indican los analistas. Allí, a pesar de las alarmas sobre una menor fortaleza de la economía y la presencia de amenazas como el juicio político al presidente Donald Trump o las irresueltas disputas comerciales con China, los tres grandes índices de referencia se mueven en cotas nunca antes vistas ante la expectativa de que las incertidumbres se resuelvan pronto sin gran impacto y de que la Reserva Federal (Fed) no dudará en adoptar políticas de corte más acomodaticio si las circunstancias lo requieren.
Este es el discurso que también ha calado entre los inversores españoles, que tienen en la categoría de fondos de bolsa internacional uno de los destinos preferentes de inversión de los últimos meses. Los últimos datos publicados por Inverco apuntan un patrimonio de 35.159 millones de euros en esta categoría al que se ha llegado con un volumen de suscripciones netas que rebasa los 840 millones en lo que va de año.
Más allá de la gesta de las dos semanas consecutivas de entrada neta de dinero a los fondos de renta variable europeos, cabe destacar un punto más que evidencia el giro de muchas carteras. Hasta esta última semana, solo en tres de todo el año se habían registrado suscripciones netas en esta categoría. Más allá de enero, cuando el tirón alcista sincronizado de las bolsas mundiales animó a muchos a este movimiento, únicamente había ocurrido en una semana de junio y la anterior a esta última. En ambos casos, las suscripciones se quedaron lejos incluso de alcanzar los 300 millones de euros, menos de una tercera parte de lo que acaba de entrar en estos vehículos.