Se está demostrando que el compromiso alcanzado con el Acuerdo de París sobre el cambio climático en 2015 no era sólo una declaración de intenciones. Durante la Cumbre del Clima de Madrid, el compromiso fue avalado por la mayoría de las autoridades asistentes. La recién nombrada presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado ya para el mes próximo, ‘la primera ley europea de transición hacia la neutralidad climática’.
La también nueva presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, declaraba que espera poder incluir el cambio climático como elemento básico del BCE en el marco de la revisión estratégica que van a lanzar en las próximas semanas. Por su parte, la demócrata estadounidense Nancy Pelosi ha subrayado el compromiso de las Cámaras de EEUU con la Cumbre.
El BCE ha anunciado también una bonificación para las entidades bancarias, que podrán ahorrarse hasta un 25% en consumo de capital a partir del segundo trimestre de 2021, en caso de que concedan financiación a operaciones orientadas hacia la transición a una economía menos intensiva en carbono.
El cumplimiento de este compromiso va a requerir un importante volumen de inversión para financiar la transición hacia una economía limpia y sostenible y conseguir alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. Las empresas que están focalizando su actividad económica en apoyar este movimiento de transición ecológica se beneficiarán de este movimiento global.
Son varios los fondos que centran su inversión en esta temática y que están ya obteniendo resultados excelentes. Uno de los más rentables es la clase E en euros de Nordea 1 - Global Climate and Environment Fund revalorizándose en el año un 33%. A un año, su rentabilidad es del 18,6%, con un dato de volatilidad del 17,3%. Destinado a inversores a largo plazo, invierte al menos un 75% en renta variable de todo el mundo. Se gestiona activamente, seleccionando empresas que desarrollan soluciones respetuosas con el medioambiente y el clima, como energías renovables y eficiencia de recursos, que presentan mejores perspectivas de crecimiento y características de inversión.
Gestiona un patrimonio total de 1.800 millones de euros, con las mayores posiciones en su cartera en Air Liquide (4,08%), Linde (3,98%), Munich Re (3,33%), International Flavors & Fragrances (3,21%) y Weyerhaeuser (2,86%). Los sectores con mayor presencia en el fondo son tecnologías de la información (29,44%), industrial (25,07%), materiales (21,46%), suministros (6,71%) y salud (5,22%). Mientras que, por países, destacan EEUU (57,09%), Alemania (11,61%), Francia (5,60%,) Japón (4,83%) y Países Bajos (4,19%), que suponen los mayores pesos en la cartera. Sus partícipes soportan una comisión fija del 1,5% y de depósito del 0,12%.
También con calificación cuatro estrellas de VDOS, el fondo Schroder ISF Global Climate Change Equity se revaloriza un 22,9% en su clase C de acumulación en euros. En el último periodo anual, su rentabilidad es de 11,5%, con un dato bastante controlado de volatilidad en este periodo de 16,4%, que lo posiciona en el segundo mejor grupo de su categoría (quintil cuatro) por este concepto. Invierte al menos dos tercios de sus activos en renta variable de empresas de todo el mundo que forman parte de la solución a los problemas relacionados con el cambio climático, lo que les permitirá beneficiarse del crecimiento estructural a largo plazo superior al estimado por el mercado. Entre sus mayores posiciones se incluyen acciones de Alphabet (3,22%), Amazon (2,93%), Danaher (2,94%), Vestas (2,85%) y NextEra Energy (2,80%). Los sectores con mayor ponderación en la cartera son industriales (33,2%), tecnología de la información (18,7%), consumo discrecional (15,7%), materiales (11,6%) y suministros públicos (6,4%). Por país, EEUU (36,6%), Japón (13,3%), Reino Unido (5,7%), Dinamarca (5,1%) y España (5%) representan los mayores pesos. La inversión en la clase C de acumulación en euros de este fondo requiere una aportación mínima de 1.000 euros. A sus partícipes les aplica una comisión fija del 1% y de depósito del 0,3%.
Un 26,9% es la rentabilidad obtenida por HSBC GIF Global Equity Climate Change en su clase AC. A un año, su revalorización es del 13,8%, con un coste por volatilidad del 17,7%. Invierte principalmente en empresas de todo el mundo que estén posicionadas para beneficiarse de los esfuerzos por adaptarse al cambio climático. Son empresas que deben tener como objetivo convertirse en líderes del mercado en sus respectivos campos. Nombres como Microsoft (3,66%), Prologis (2,48%), Orsted (2,48%), Deere & Co (2,42%) e Iberdrola (2,42%) representan las mayores posiciones en su cartera. Los sectores con mayor ponderación son tecnología de la información (27,95%), industriales (22,28%), materiales (11,36%), consumo discrecional (8,64%) y servicios públicos (8,56%). Por país, EEUU (33,66%), Japón (11,34%), Reino Unido (10%), Francia (7,07%) y Hong Kong (4,01%) suponen los mayores pesos. Suma un patrimonio gestionado de 21 millones de dólares, con una aportación mínima de 5.000 dólares para suscribir la clase AC del fondo. Aplica a sus partícipes una comisión fija del 1,5%.
Estamos solo al comienzo de un largo periodo en el que el cambio climático tendrá un efecto significativo en los mercados. Un informe del Banco Europeo de Inversiones (BEI) estima que, para alcanzar una economía de emisiones cero de carbono para 2050, Europa tendrá que incrementar su inversión en sistemas de energía y otras infraestructuras relacionadas por un valor aproximado de entre un 2% y un 3% de su Producto Interior Bruto (PIB).
Además, requerirá también inversión privada, ya que aproximadamente dos tercios habrá de venir de los propios usuarios de energía, una partida en la que se incluye el aislamiento de edificios, algunos procesos industriales mejorados y las nuevas tecnologías de transporte. Un reto importante para todos.
*Paula Mercado es directora de análisis de VDOS