Más de 55.000 personas renunciaron a sus herencias el año pasado. Según el Consejo General del Notariado, esta cantidad supone un 15,6% del total de herencias que se tramitaron en 2023. Entre las razones que motivan este fenómeno está el impuesto de Sucesiones y las importantes cantidades liquidas que obliga a abonar por parte de los herederos. 

Son varias las soluciones que se han puesto sobre la mesa para abordar esta figura tributaria, siempre polémica sobre todo por su aplicación. Desde el Consejo de Economistas consideran que es necesario tomar medidas para que los problemas de liquidez no impidan transmisiones de patrimonio. 

Por un lado, en un reciente documento, recomienda a las Administraciones que manejan este tributo mejorar los aplazamientos automáticos que permite la Administración para abordar los citados problemas de liquidez. 

Mínimos

Además, propone "establecer un mínimo exento relativamente elevado, que sería el elemento que dotaría de progresividad al tributo". A eso suma "simplificar el tributo estableciendo una base imponible amplia y unos tipos relativamente bajos, por debajo del 10%". 

Los economistas también valoran fijar dos tipos impositivos: uno "relativamente bajo" para parentescos cercanos y otro "más elevados" que se aplicaría a los más distantes. 

Cabe recordar que los impuestos de Sucesiones y Donaciones son figuras fiscales estatales pero que son competencia autonómica. Es decir, que las regiones pueden decidir bonificaciones parciales o totales. Por ello, hay tantas diferencias entre su aplicación según el territorio. 

De hecho, tras las elecciones autonómicas, numerosas comunidades hoy de signo popular han decidido rebajar el impuesto. Ante este marco, los economistas proponen "establecer unos márgenes mínimos y máximos en los que las comunidades autónomas puedan desplegar su capacidad normativa".  

[Cuáles son las comunidades autónomas en las que no se paga el Impuesto de Sucesiones y Donaciones]

En este sentido, proponen fijar "unos porcentajes máximos de bajada y de subida de los tipos mínimos y máximos, así como un porcentaje máximo de reducción de la cuota íntegra por aplicación de las deducciones y bonificaciones". 

Por otro lado, los economistas recuerdan que hay "problemas de valoración" en los activos virtuales y en "las acciones y participaciones de las entidades de mera tenencia de bienes". 

En estas situaciones proponen a las administraciones "valorar los activos virtuales distintos de las monedas como el subyacente o a valor de mercado, y las acciones y participaciones de empresas de mera tenencia de bienes por el valor de los bienes y derechos que componen su balance".