El precio de la universidad pública en España se sitúa en la actualidad por encima de los 1.000 euros anuales, según los datos del Ministerio de Ciencia e Innovación. Estas cifras suben significativamente si se trata de una universidad privada, ya que los centros más populares en nuestro país tienen unos costes que pueden alcanzar los 10.000 euros al año.
Sin embargo, los gastos universitarios no acaban aquí. A la matrícula del centro hay que sumar otros gastos como manutención o alojamiento si se estudia en otra ciudad, lo que incrementa todavía más el coste de la educación.
Estos gastos, que suelen ser asumidos por los padres, pueden suponer un importante agujero en la economía familiar si no se lleva a cabo una correcta planificación financiera, ya que no solo es necesario pensar en el futuro de los hijos, sino también en el propio y en la llegada de la jubilación. Por este motivo, los asesores financieros aconsejan combinar la planificación con una parte muy importante de ahorro periódico y una estrategia de inversión adecuada que permita maximizar el patrimonio a medio y largo plazo.
Dos estrategias
Garantizar el futuro de sus hijas y su propia jubilación era uno de los objetivos de Juan Pablo, un ahorrador de 39 años que participó en la última edición de Asesor Top 2020 organizada por Finect, un concurso que busca a los mejores asesores financieros del país. Si tú también quieres encontrar a tu asesor, puedes hacerlo aquí.
Juan Pablo y su mujer contaban con un buen volumen de ingresos. Sin embargo, consideraban que destinaban más al consumo que al ahorro.
Como Juan Pablo, muchos otros ahorradores se preocupan por la educación de sus hijos y por su futura pensión, por lo que necesitan una doble estrategia centrada en cada uno de estos objetivos. En concreto, José Fernández Bellerín, agente de Andbank España y uno de los finalistas del concurso, recomienda a perfiles como los de Juan Pablo complementar el ahorro con dos carteras de fondos de inversión de baja volatilidad.
Una de estas carteras, centrada en sus hijas, con fondos de renta fija, mixtos y retorno absoluto. La otra de las carteras, pensada para la jubilación, debe ser similar a la anterior pero con una parte de la misma (en torno al 25%) invertida en renta variable temática, lo que permitirá obtener una rentabilidad adicional.
Y es que la renta variable es un gran aliado para aquellos que quieren rentabilizar su patrimonio. No obstante, supone un riesgo mayor que no todos los inversores pueden o están dispuestos a tolerar.
En el caso de Juan Pablo, Jorge Vives Alfonsea, consejero financiero de Abante Asesores, aconseja arriesgar, siempre y cuando se tenga una situación financiera estable. Para ello, propone un fondo de renta variable internacional diversificado geográficamente, lo que permitirá incrementar el potencial de revalorización de la cartera.
¿Cuánto hay que ahorrar?
La cantidad a ahorrar para la universidad de los hijos y el complemento a la pensión pública dependerá del momento en el que se empiece, ya que cuanto antes se haga y más dinero se aporte cada mes, menor será la rentabilidad necesaria para conseguir los objetivos.
Para el caso de Juan Pablo, que cuenta con dos hijas pequeñas, Julián Aniel-Quiroga Area, asesor financiero en atl Capital y uno de los ganadores de Asesor Top 2020, recomienda ahorrar unos 430 mensuales hasta 2035, año en el que su hija mayor empezaría la universidad, y unos 200 euros al mes a partir de ese momento para seguir garantizando la educación de su segunda hija y su propia jubilación.
Todo ello será necesario complementarlo con la inversión, con el objetivo de maximizar el patrimonio. De este modo, si, por ejemplo, se ahorran 430 mensuales durante 15 años, en 2035 se tendrían unos 77.400 euros.
Este ahorro, si se invierte con un perfil moderado y se obtiene una rentabilidad del 4,4%, podría llegar a los 150.000 euros, según la herramienta de inversión a largo plazo de Finect. De utilizar un perfil más arriesgado, el patrimonio podría superar los 200.000 euros, asumiendo una rentabilidad anual del 6,6%.