Las inversiones temáticas ganan cada vez más terreno en las carteras de fondos de los clientes y ya pocos nichos del mercado quedan sin explorar. Desde la movilidad y las nuevas formas del transporte hasta las mascotas, hay fondos para todos los gustos. O, al menos, para casi todos. Salvo para aquellos que quieren invertir en compañías relacionadas con el espacio. Según los expertos, esta puede ser una de las últimas fronteras de la inversión en megatendencias.

Así lo ha manifestado Sasha Evers, director general de BNY Mellon IM para Iberia y América Latina, en el primer foro virtual sobre inversión temática, bautizado como ‘The New Era’. “Un cliente nos propuso un mandato de renta variable acerca del espacio. Lo estudiamos, pero el universo de acciones todavía es muy estrecho y, por tanto, no lanzamos ese mandato”, reconoce.

Esta anécdota, no obstante, no hace más que dar muestra de cuan lejos ha llegado ya la inversión temática, de todos los pasos que ha dado en muy poco tiempo y todos los segmentos que ha conquistado. Porque, en la actualidad, hay fondos temáticos para casi todo aquello que uno pueda imaginar: agua, lujo, biotecnología, ciberseguridad, robótica, inteligencia artificial, fintech, madera, reproducción asistida, whisky, vino, hidrógeno, deportes, videojuegos, materias primas, lucha contra el cáncer… Incluso, de bitcoin y otros criptoactivos, la última moda dentro de las inversiones alternativas.

Las entidades se afanan en descubrir a los ganadores del futuro “en su fase inicial, no cuando ya han crecido”, según Evers. Y para eso, la gestión activa debe primar, coinciden los promotores de este foro. Como explica Beatriz Barros de Lis, directora general de AXA IM para España y Portugal, en su gestora se fijan “el reto de que la compañía que elegimos crezca, como mínimo, un 10% al año durante los próximos diez años”.

“Hay que identificar compañías emergentes, que están integrando nuevas tecnologías, nuevas formas de pensar su negocio, para hacerlos viables y disruptivos”, señala Barros de Lis. La gestora francesa apuesta en este nuevo contexto por un fondo de renta variable global que aglutina muchos de estos nichos, el AXA WF Framlington Evolving Trends. “No nos queremos perder ninguna temática”, por eso el vehículo está estructurado en torno a cinco grandes pilares: longevidad y estilo de vida, consumidor conectado, automatización, sociedades en transición y economía limpia.

Bolsa, no renta fija

Toda la inversión del futuro se está canalizando mayoritariamente a través de la bolsa. La renta fija se deja a un lado por una sencilla razón. “No tiene sentido hacer una cartera temática con bonos. La inversión temática tiene que ser rentable, y una buena compañía temática, precisamente por ser buena, incluso tendría bonos con menores cupones”, argumenta Marisa Aguilar, directora general de Allianz GI en Iberia.

La gestora alemana propone el fondo Allianz Pet and Animal Wellbeing, enfocado en el nuevo sector económico de las mascotas, cuyo negocio mueve 225.000 millones de dólares al año. El sector crece un 5,2% a nivel mundial, con EEUU como el principal mercado, pero un crecimiento anual que en el caso de China asciende al 27%.

“Las personas mayores y los millennials son los más propensos a tener mascotas. Hay varios motores que tiran del sector: cada vez hay más mascotas y el gasto en ellas es cada vez mayor. Está considerado como un símbolo de estatus, algo relacionado con el crecimiento de la clase media en Asia”, según Aguilar, que define este fenómeno como “la humanización de las mascotas”. En el fondo, pueden verse cotizadas como Zoetis, Zooplus o Idexx Laboratories.

Entrar en este tipo de fondos es hacerlo en el punto óptimo de la temática en cuestión, quitando el riesgo que asume el capital privado en la fase inicial de no cotización. “Las compañías en las que invertimos ya tienen rodaje, generan beneficio”, aclara Barros de Lis. Y se adelantan a la inversión masiva e indiscriminada que hacen los ETF por capitalización, que en muchas ocasiones ‘entorpecen’ los sectores con mayor potencial al redirigir grandes flujos de dinero hacia ellos y, por tanto, sobrecalientan su valoración.

No llegar tarde

“Por definición, a la inversión temática no se puede llegar tarde”, esgrime Aguilar en defensa de la gestión activa de los fondos que navegan por estas megatendencias.

Otra idea a tener en cuenta es el fondo BNY Mellon Mobility Innovation. La gestora americana invierte con él en subsectores de la nueva movilidad y el transporte como el coche eléctrico, el coche autónomo, el uso compartido o la conectividad. “La clave es el 5G, la nube, lo que va a permitir a los coches relacionarse con la infraestructura y entre sí en el futuro”. A juicio de Evers, “el coche se convierte casi en un teléfono móvil”.

En su cartera, hay nombres como Tesla, Samsung, General Motors, Aptiv, Splunk o Ansys, con más de un cuarto de la cartera expuesta a semiconductores, lo que hace posible este sector.