Welzia aspira a gestionar 1.500 millones de euros en tres años con su entrada en Cataluña
La gestora pretende crecer tras la integración de Egeria, con nuevas sociedades de capital riesgo pero con su fondo estrella de siempre.
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Welzia va de menos a más. Tras integrar a la gestora valenciana Egeria Activos el año pasado, ha pasado a gestionar 760 millones de euros de forma directa o 1.100 millones si se cuentan el resto de activos que asesoran a través de la oficina de familia. Ahora, el próximo reto que se marca esta gestora de banca privada es entrar en Cataluña y alcanzar los 1.500 millones (en total) a tres años vista.
En el plazo de cinco años, su objetivo es situarse en los 3.000 millones de euros, reconoce en una entrevista con Invertia su director general, Carlos González Carreira. Welzia, con sede en Madrid, pero con una buena parte de su accionariado procedente de familias inversoras del País Vasco (tienen hasta 14 familias accionistas en total), quiere replicar en Cataluña el movimiento realizado con Egeria, que le sirvió para anotarse 230 millones.
“El mandato del consejo de administración es que abordemos Cataluña, una zona muy complementaria por riqueza a Madrid, Comunidad Valenciana y País Vasco, en los dos próximos años. Aunque quizá sea antes y no necesitemos tanto tiempo”, cree González Carreira. Para ello, sus dos opciones preferentes son “la integración de una entidad local o una toma de participación”.
En estos momentos, el patrimonio medio de los clientes de esta firma ronda los 1,5 millones de euros. Si bien Welzia da servicio a todo cliente de un patrimonio alto o medio-alto que tenga necesidades de inversión, su primer espada reconoce que el patrimonio objetivo al que aspiran es un cliente que tenga, como mínimo, un millón de euros en patrimonio líquido para invertir. En la parte del family office, los rangos son distintos: “Estamos captando entre dos y tres familias al año con un volumen de entre 30 y 100 millones”.
En los últimos cinco años, su crecimiento medio anual ha sido del 20%. Aunque nació como un family office puro y duro para las familias fundadoras, su progresiva apertura a otras familias accionistas y otros clientes privados ha hecho que su mix de patrimonio bajo gestión se redistribuya hacia un 70% procedente de clientes no accionistas y solo un 30% de los accionistas. Además, recuerda González Carreira, “no hay distinción de coste ni servicio para unos u otros, los accionistas se ven recompensados por la calidad y excelencia del servicio en la gestión de su patrimonio”.
Capital riesgo
Con el paso de los años, la gestora se ha ido abriendo no solo a nuevos clientes, sino a nuevas tipologías de activos, como los fondos de capital riesgo de socios externos que distribuyen entre sus inversores (tecnología o energías limpias, por ejemplo) o las sociedades de capital riesgo que montan a medida para sus familias o agrupaciones de inversores con las mismas inquietudes.
Esta última rama de actividad está cogiendo tracción. Ya han creado dos sociedades de capital riesgo, “y crearemos más”, porque a fin de cuentas “es el nexo con la oficina de familia”. Los activos no cotizados suponen un 5% de su negocio total y es previsible que vayan al alza, aunque su director general recomienda que no deberían pasar del 20% en una cartera.
El fondo estrella
Pero los vehículos estrella de Welzia siempre han sido las sicav y los fondos de inversión, especialmente estos últimos, donde tienen fondos multiactivo gestionados por nivel de riesgo y fondos de gestión cuantitativa: Welzia Coyuntura, World Equity, Capital Sub-Debt o Global Opportunities. Pero su buque insignia es el Welzia Ahorro 5, que puede invertir hasta un 30% en renta variable y un 70% renta fija.
Este fondo mixto prudente ya gestiona 110 millones de euros, con una rentabilidad anualizada del 5% desde 2018 y una volatilidad media del 2%. La flexibilidad de este producto le ha servido para atravesar la pandemia con solvencia. Cuando el virus empezó a copar los telediarios, los fondos que usan inteligencia artificial les dieron señales de salida y se pusieron 100% en liquidez. En el caso del Welzia Ahorro 5, una vez pasado el chaparrón de marzo, en abril volvió a invertir en crédito y en mayo entró en la bolsa.
Hoy por hoy, vuelven a dar señales de peligro ante riesgos como la retirada de estímulos por parte de los bancos centrales (tapering), los spreads de renta fija en mínimo, los índices bursátiles en máximos y la vuelta de la inflación a niveles medio-altos. Welzia Ahorro 5 ha bajado su peso en renta variable al 15%, la mitad de lo que podría tener en condiciones favorables. Toda una señal de prudencia.
“El mercado ahora mismo pide una flexibilidad total, no hay que invertir a ciegas. Los fondos de acciones han subido mucho, pero ahora se necesitan productos con capacidad para desinvertirse”, cree Miguel Uceda, director de Inversiones de Welzia, el otro protagonista de la conversación. Llegan a esta conclusión tras haber invertido importantes cantidades de dinero en I+D y robótica para mejorar sus procesos en la gestión de activos.