EEUU solo dará el sello ASG a los fondos que destinen más del 80% a sostenibilidad... frente al 50% en España
La investigación en curso que pesa sobre DWS por supuesto 'greenwashing' ha hecho que la SEC se 'ponga las pilas'.
Estados Unidos se ha ‘puesto las pilas’ en lo relativo a la sostenibilidad de los fondos de inversión. Para luchar contra la creciente práctica del ‘ecoblanqueo’ (‘greenwashing’), el supervisor de los mercados de aquel país ha propuesto que, entre otras medidas, los fondos que aspiren al sello ASG tengan que invertir al menos un 80% de su patrimonio con criterios medioambientales, sociales y de buena gobernanza corporativa.
La investigación en curso que pesa sobre DWS tanto en Alemania como en EEUU por un supuesto caso de falseamiento de datos sobre sostenibilidad, esto es, tras ser acusada la gestora de Deutsche Bank de etiquetar erróneamente sus fondos sostenibles ha hecho que la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) se tome más en serio la regulación de esta industria.
De momento, las pesquisas sobre DWS ya se han cobrado su primera víctima. El consejero delegado de la firma, Asoka Woehrmann, dimitió “para proteger la entidad y a mis allegados”, tal y como anunció públicamente la gestora, que le ha sustituido por Stefan Hoops.
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Ahora, y para evitar el ‘ecopostureo’, la SEC ha propuesto dos medidas: la necesidad de divulgar información adicional en cuanto a los criterios ASG, así como modificar su ‘regla de nomenclaturas’ para que los fondos inviertan, como mínimo, un 80% de sus activos conforme al enfoque de inversión que sugiere el nombre del producto.
Es decir, que si el fondo se vende como sostenible, ocho de cada diez euros de su cartera deberán estar en activos que de veras lo sean, cumpliendo los factores ambientales, sociales y de gobernanza.
Europa, bajo amenaza de 'greenwashing'
De llevarse a cabo esta obligación, EEUU pasaría ‘de cero a cien’ en cuestión de pocos meses. Máxime cuando el país norteamericano iba por detrás del Viejo Continente en regulación de la sostenibilidad. De hecho, en España la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) solamente estableció una exigencia de más del 50% en activos sostenibles para este tipo de vehículos a la hora de adherirse a la etiqueta ASG. Por lo que es ahora España quien se queda rezagada.
A este lado del Atlántico, y pese a su mayor avance, un estudio reciente de la Comisión Europea mostraba que, aproximadamente, el 53% de las 150 afirmaciones ambientales evaluadas eran “vagas, engañosas o carecían de información”, tal y como recoge Bank of America.
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Una situación similar a la del Reino Unido, donde la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA) descubrió que el 40% de las afirmaciones ecológicas realizadas online podrían ser engañosas.
El supervisor europeo de los mercados (ESMA, el equivalente a la CNMV) publicó recientemente una guía para las autoridades nacionales competentes sobre la supervisión de las divulgaciones relacionadas con la sostenibilidad y la integración de los riesgos de sostenibilidad en la información de la página web, las divulgaciones precontractuales y periódicas.
También ha emitido principios rectores sobre los nombres de los fondos: el uso de palabras como "ESG", "verde", "sostenible", "impacto" o cualquier otro término relacionado con los criterios ASG debería estar respaldado por la evidencia de características, temas u objetivos de sostenibilidad.