Los españoles con planes de pensiones han rescatado casi 4.000 millones de euros desde 2009, poco después del inicio de la crisis, debido a lo que se conoce como supuestos especiales de liquidez, que son las enfermedades graves o el desempleo de larga duración.
Se trata de una ventana que permite recuperar su inversión a los partícipes de estos productos, que son ilíquidos, por lo que no se puede acceder a ellos hasta el final de la vida profesional, aunque la ley contempla otras excepciones, como la jubilación anticipada o parcial, la invalidez o el fallecimiento.
Según datos de la patronal española de instituciones de inversión colectiva y fondos de pensiones, Inverco, desde 2009 se han rescatado exactamente 3.826 millones por casi 700.000 familias que buscaban aliviar de alguna forma los estragos causados en sus finanzas por la larga crisis económica que España padeció en los últimos años.
Y, pese a que la situación económica ha mejorado, no ha ocurrido lo mismo con el drama del desempleo y, más concretamente, el de larga duración, lo que ha llevado a muchos españoles a recuperar 337,1 millones de euros por los citados supuestos especiales solo en 2018, un 3,5% más que los 325,6 millones en 2017.
Por trimestres, la cantidad rescatada fue superior en el último -entre octubre y diciembre- con 103,3 millones de euros, frente a los 73,9 millones del tercer trimestre, los 71,9 millones del segundo y los 87,9 millones del primero.
A pesar del incremento interanual respecto a 2017, el volumen rescatado de fondos de pensiones de 2018 está entre los más bajos de los últimos años y se ha reducido, por ejemplo, un 30% respecto a los 484,4 millones de euros de 2013.
Los datos de Inverco también dan cuenta de las movilizaciones entre los distintos tipos de planes de pensiones, con una muestra del 94% del patrimonio del sistema individual, que alcanzaron los 9.737,4 millones en 2018.
Esta cantidad representa el 13,2% del patrimonio medio que gestionaron en 2018 los planes de pensiones individuales, que ascendió a 73.736 millones de euros, y podría ser una muestra del movimiento de fondos de los clientes en busca de una mayor rentabilidad.
El 72% de las movilizaciones de fondos fueron internas, es decir, se realizaron entre planes de la misma gestora, en tanto que el otro 28% se debió a traspasos entre planes de diferentes gestoras.
En cuanto a las movilizaciones efectuadas entre planes de pensiones y planes de previsión asegurados (PPA), como viene ocurriendo en los cuatro últimos años, el flujo neto se dirigió a los primeros y sumaron 291 millones de euros.
Sin embargo, esta cantidad es casi un 70% inferior a los 964 millones que se movilizaron en 2017.
Los planes de pensiones son instrumentos de ahorro a largo plazo que complementan la pensión de jubilación pública que paga la Seguridad Social y que permiten a los partícipes cobrar prestaciones en forma de renta o de capital de ese ahorro acumulado, cuando el partícipe se jubile, a no ser que ocurra alguno de los supuestos mencionados.