Los fondos de pensiones están de retirada en los depósitos bancarios. El producto estrella de ahorro para la jubilación tiene comprometido en las ‘huchas’ de los bancos menos dinero que nunca antes en los últimos 14 años. Desde noviembre de 2005 no se había registrado un capital inferior a los 30.000 millones de euros, cota que acaba de perforarse.
Las últimas estadísticas del Banco de España reflejan un importe de solo 29.776 millones de euros. Esa es la cantidad que, a cierre de septiembre, mes al que corresponden los últimos datos recientemente publicados, mantenían en depósitos los seguros y fondos de pensiones, vehículos mayoritariamente conservadores en sus inversiones que han ido reduciendo su exposición a estos productos invariablemente desde que comenzó el año.
Con unas tasas de rendimiento raquíticas y unas comisiones que, para los inversores institucionales, llegan a suponer pérdidas para el ahorro en depósitos, la fuga ha sido imparable desde que empezó el año. En enero de 2019, la suma que los fondos de pensiones tenían en este producto bancario alcanzaba los 33.014 millones de euros. Desde ahí, la retirada acumulada en los nueve primeros meses del año alcanza el 9,8%.
Este porcentaje de descensos implica que casi un euro de cada diez de los que los planes de pensiones tenían al empezar el año se han ido hacia otro tipo de productos o activos. Y todo parece indicar que la senda de retirada se mantendrá en los próximos meses por la anunciada continuidad de los tipos en mínimos históricos.
A lo largo de este ejercicio en el que los síntomas de fragilidad económica se han multiplicado y los bancos centrales de las economías desarrolladas se han visto obligados a cambiar rápidamente un guion que vaticinaba subidas de tipos, el mes en el que los planes de pensiones huyeron con más agilidad de los depósitos en este 2019 fue precisamente el de enero. Entonces, salieron de las ‘cajas fuertes’ de los bancos 974 millones de euros gestionados por estos vehículos para la jubilación. La distancia es más que significativa con el segundo registro mensual más elevado, los 785 millones del pasado agosto, siempre según los datos del Banco de España.
EN LAS ANTÍPODAS DE LOS ULTRATIPOS
Por aquel enero del que han pasado ya nueve meses el Banco Central Europeo (BCE) constató que las amenazas para la expansión económica de la Eurozona no solo no habían mermado, sino que iban a más. Entonces, el ya expresidente de la institución, Mario Draghi, se atrevió a dejar abierta la puerta a la recuperación de viejos estímulos monetarios que desde entonces ya ha ido implementando. En agosto, el euríbor, tasa de referencia en el Viejo Continente, despachó el mes en un espectacular mínimo histórico del -0,356%.
A lo largo de estos 14 años, el máximo de exposición de los planes de pensiones a los depósitos bancarios se produjo en julio de 2013. Entonces, en pleno repliegue de los ultratipos de lo que se conoció como la ‘guerra del pasivo, se alcanzaron 54.622 millones de euros en las ‘cajas fuertes’ de los bancos, según datos del Banco de España. Los tipos de interés del BCE acababan de rebajarse al 0,5% y el euríbor se despedía del mes en el 0,131%.
Esta senda de retirada de posiciones de los planes de pensiones en depósitos bancarios ha ido de la mano con la que han protagonizado los fondos monetarios, el vehículo de inversión conservadora por antonomasia. La exposición de los monetarios a este producto de ahorro ha menguado un 23% en el último año, según datos aportados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Esto es casi uno de cada cuatro euros.
La perpetuidad de los tipos de interés en mínimos históricos se ha convertido en el principal motor de estas retiradas. Es por esto que la rentabilidad que actualmente vienen ofreciendo los depósitos apenas alcanza el 0,04%, un porcentaje que no sirve ni para mantener el capital, puesto que la inflación avanza a tasas superiores.