Los planes de pensiones privados arrancan su segundo año de recorte fiscal con la misma tónica con la que terminaron el 2021: con salidas de dinero. Los planes individuales han registrado en enero prestaciones netas de 80 millones de euros, según los últimos datos de Inverco, lo que equivale ya de una tacada al 87% de los reembolsos de todo el año pasado.
Cabe recordar que, desde 2022, la aportación máxima anual a desgravar en el IRPF es de 1.500 euros. El año pasado ya hubo un primer ‘hachazo’ al beneficio fiscal de los planes personales, bajando su límite desgravable de los 8.000 a los 2.000 euros para trasvasar parte de esos beneficios a los planes de pensiones empresariales.
No hubo que esperar mucho para conocer las primeras consecuencias de ese recorte inicial. El 2021 se ha convertido en el primer año de la historia con reembolsos de dinero para estos vehículos de ahorro para la jubilación, con salidas netas de 92 millones.
De esta forma, la sangría en el sector se acelera. Solo en enero de este año, ya se han alcanzado el 87% de las pérdidas del pasado ejercicio en su conjunto. Y nada parece indicar que la tendencia vaya a mejorar conforme pasen los meses, ya que el beneficio fiscal es 500 euros menor de un año a otro, lo que desincentiva su contratación.
Por otra parte, “la corrección experimentada por los índices bursátiles en el mes de enero, junto a una nueva reducción del precio de la renta fija en medio de tensiones inflacionistas y rumores de subida de tipos, ha provocado que el patrimonio de los planes de pensiones se sitúe en 87.519 millones de euros”, un 2% inferior frente al cierre de diciembre, en base a las cifras de la patronal de las gestoras.