Tras la tormenta, llega la calma o eso parece. Una semana atrás, los trabajadores de la industria auxiliar del metal en el Astillero de Navantia de la Bahía de Cádiz anunciaban una parada indefinida ante el despido de diez empleados y a la espera de su readmisión. Las consecutivas protestas llegaban a su fin este lunes para volver al tajo.
Pese a que no se ha cumplido la amenaza del parón hasta nuevo aviso, varias han sido las voces que han ido más allá. Comparten las motivaciones de las movilizaciones pero alertan de sus duras consecuencias: ponen en riesgo la carga de trabajo de la Bahía de Cádiz.
La lucha agridulce se centra en una zona en la que las inversiones no abundan y, tras las duras protestas, se teme que la carga de trabajo se vea sustituida por la incertidumbre. Así lo expresan fuentes sindicales consultadas por Invertia quienes defienden la lucha pero con movilizaciones "organizadas y con un fin".
"Ponen en riesgo la poca carga de trabajo que hay" reprochan las citadas fuentes que explican que el astillero de Puerto Real cuenta en la actualidad con dos importantes encargos "encadenados" que no pueden verse afectados. Ni los trabajos ni la confianza de las empresas auxiliares.
"La inversión privada no se puede ir" abundan en un contexto en el que la crisis sanitaria de la Covid-19 ha retrasado las entregas. Precisamente, los sindicatos lamentan que los trabajadores vayan a ser quienes salgan más perjudicados de esta situación. Los astilleros gaditanos cuentan "con un rendimiento normal" con unos 4.000 trabajadores, cifra que ahora se sitúa en 2.500.
¿La puntilla del sector?
Desde la Federación de Empresarios del Metal de la provincia de Cádiz (FEMCA) han sido claros en su diagnóstico: las movilizaciones pueden ser la puntilla para el sector. Lamentan el "inesperado" movimiento de la Coordinadora de Profesionales del Metal de la Bahía de Cádiz, organización que ha tutelado las protestas.
"Han conseguido parar la actividad en un momento crítico cuando lo que se necesita es implicación y productividad", reprochan desde la patronal. "Por culpa de la pandemia, cualquier incidencia devuelve al sector al escenario de la amenaza de la supervivencia".
En pleno apogeo de las movilizaciones, los empresarios tacharon la situación de "insostenible". “No entendemos cómo se pide carga de trabajo usando argumentos y acciones que lo que hacen es ahuyentar a los clientes”, lamentaba la industria de la bahía.
Normalidad en la vuelta
Estas críticas llegan tras el fin de las protestas y la paralización de la producción. El despido de diez trabajadores y la demanda de carga de trabajo "sostenida" había motivado unas movilizaciones que el lunes terminaron. La vuelta al tajo se ha producido con total normalidad.
El fin de las protestas coincide también con las reuniones mantenidas por parte del comité de empresa y la Coordinadora de Profesionales del Metal. En este contexto, el alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi', convocó a los alcaldes de la Bahía para abordar la coyuntura de la industria naval y aeroespacial. Los regidores de San Fernando Puerto Real y El Puerto de Santa María declinaron la invitación.