Mucho antes de que se popularizaran conceptos como la economía de datos o el big data ya había empresas que apostaban por este modelo en el campo de la movilidad. Nuestro invitado de hoy, José María Zolle, VP de Data Analytics Maps de TomTom España, lleva muchos años analizando la evolución en las costumbres de los ciudadanos a la hora de desplazarnos.

Y es que, casi todos los que nos hemos montado en un coche en algún momento de nuestra vida nos hemos orientado gracias a la aplicación de esta compañía.

Como cada año desde hace una década, TomTom ha lanzado su estudio sobre las tendencias en materia de movilidad. Un momento que hemos aprovechado para comentar con José María Zolle los cambios que la pandemia ha tenido en el comportamiento de los conductores.

¿Cómo afrontó un año tan complejo como 2020 TomTom?

2020 ha sido un año muy raro. Como toda compañía del sector de la movilidad, hemos sufrido el impacto de la pandemia. Por suerte, tenemos una situación financiera muy sólida y hemos podido aguantar el golpe. El mayor impacto lo han sufrido nuestros empleados que han tenido que adaptarse al teletrabajo.

Somos reconocidos en España por los navegadores, pero hemos evolucionado mucho desde ese servicio a lo largo del tiempo. El tomtom Go fue un producto que ayudó a todos los españoles para entender la navegación para conducir mejor. Desde ese punto vimos que nuestra presencia en el mercado era mejor desde otro punto. Nos hemos enfocado en la generación, en el análisis, en la distribución y en la venta de datos relacionados con la conducción principalmente.

Siempre decimos que nuestra misión es ayudar aportando los datos necesarios para que Gobernantes y conductores tomen las mejores decisiones para mejorar el tráfico. Queremos ayudar a crear un mundo más seguro y limpio.

¿Han identificado grandes cambios en las tendencias de la movilidad?

Justo acabamos de lanzar la décima edición de nuestro trafic index. Se trata de una medida anual del nivel de congestión de tráfico que está disponible en 416 ciudades de 57 países. 2020 ha sido un año con menor tráfico desde que lo medimos. Ese ha isod el principal efecto de la pandemia. ¿Qué ha pasado en España? Los meses con más tráfico fueron los previos a la pandemia. En enero y febrero vimos un incremento respecto a 2019. Pero llegó la semana del 11 de marzo, el Estado de Alarma y sufrimos un descenso radical de la movilidad.

Nuestro estudio calcula en cuánto tiempo más se recorre una ruta en comparación con esa misma ruta en situaciones óptimas de tráfico. Por ejemplo, en Madrid, en el que el índice de congestión era de un 23% en febrero, bajó en abril a un 2%. En mayo fue un 6%. Esto quiere decir que en febrero, los madrileños tardaban un 23% más en hacer un desplazamiento que en condiciones óptimas. Eso en marzo se fue al 2%.

¿Se está recuperando la movilidad?

Tomando a Madrid como ejemplo, desde junio el índice comenzó a subir hasta un 9%. Durante el verano se estabilizó y, al terminar el periodo vacacional, subió un poco más hasta el 17% en noviembre. Pese a esta subida, los niveles quedaron lejos de lo habitual, ya que es el periodo de tiempo con más atascos. De hecho, Madrid es una de las ciudades europeas en las que más ha bajado el tráfico. En concreto, en diciembre hubo un 50% menos de tráfico que en 2019.

En este punto ha afectado mucho el teletrabajo. Las franjas horarias con más atascos siempre son por las mañanas o por las tardes en los momentos en los que los trabajadores se desplazan a sus oficinas. El teletrabajo ha provocado un cambio fundamental en el comportamiento de los conductores que ya se nota.

¿Han llegado estos cambios para quedarse?

Estamos ante un año muy raro. A mí me gustaría pensar que muchos comportamientos van a cambiar. Si tomamos como referencia los ejercicios anteriores vemos que teníamos una subida del tráfico año tras año. Ahora, hemos visto una caída enorme de los atascos. Está claro que aún tenemos muchas restricciones y parte del teletrabajo podría volver a la situación anterior.

Lo que queda claro es que esta pandemia nos ha obligado a reinventarnos. Es difícil saber si volveremos a desplazarnos de la misma manera, a las mismas horas… Esto provocaría que crecieran de nuevo los atascos. También podemos aprovechar lo que hemos aprendido en la pandemia para mejorar la movilidad y la productividad. Se ha visto que se puede teletrabajar. No sólo no hemos perdido efectividad, sino que la hemos mejorado.

La racionalización de los horarios y la popularización del teletrabajo puede ayudar mucho a mejorar la movilidad de las ciudades. Tenemos información disponible que lo demuestra. Sabemos qué pasa. Depende ahora de los gobernantes y de los conductores que se pueda mejorar. En este punto, cuanta mejor calidad tenga el transporte público más gente se animará a usarlo.

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