Industria ha vuelto a ampliar el plazo para presentar proyectos al PERTE del vehículo eléctrico y conectado: los interesados en participar tendrán hasta el 3 de junio para mandar sus propuestas. La nueva prórroga suma 16 días a la fecha límite anterior, que cumplía el 17 de mayo. La decisión supone ampliar un mes respecto a la primera fecha fijada que señaló al 3 de mayo como el día D para uno de los proyectos más importantes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
El BOE publica hoy esta extensión que desde el Ministerio capitaneado por Reyes Maroto han decidido para asegurar a las numerosas empresas que quieren ser parte de este PERTE que puedan completar con éxito el procedimiento de solicitud de las ayudas. Asociaciones como la que está conformándose en torno al grupo Ford ya pidieron en su momento algo más de tiempo para completar sus propuestas.
En este caso, el único elemento que cambia es la fecha. La anterior modificación también amplió el universo de posibles beneficiarios extendiéndolo a empresas de nueva constitución, que anteriormente estaban excluidas para ciertas líneas de inversión. La orden del pasado 27 de abril modificó el apartado de formación que tiene que realizarse con carácter obligatorio como parte de los proyectos, precisándose que se podrán impartir a través de plataformas digitales.
Del mismo modo, se introdujo una corrección del régimen de garantías y se incorporó una declaración responsable a presentar por las entidades que forman parte de la agrupación, relativa a que éstas no se encuentran en situación de crisis.
Modernizar un sector clave
El primero de los PERTE tiene como objetivo acelerar la transformación de la industria de la automoción española rumbo a la nueva era eléctrica. Para ello, tiene asignados 2.975 millones de euros, de los que 1.425 millones se distribuirán en forma de préstamos y 1.550 millones lo harán vía subvenciones directas.
Un bazuca de fondos públicos al que el Ministerio de Industria espera que se sume una inversión privada de 11.900 millones de euros. Este instrumento se estructura en tres niveles, dentro de los que existen diferentes iniciativas.
Las ayudas previstas en esta orden abarcan su concesión en el periodo 2021-2023, ambos incluidos, y plazo máximo de realización hasta el 30 de septiembre de 2025. Además, las ayudas podrán tener carácter plurianual y formalizarse como préstamos, subvenciones o como una combinación de ambos. Contarán con financiación del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia en la parte de subvención y financiación del presupuesto nacional en la parte de préstamos.
Hasta 4.300 millones de euros
Los 2.975 millones de euros correspondientes a la parte industrial del PERTE se completan con las ayudas del Plan Moves III, el Programa Moves Proyectos singulares, el Programa Tecnológico de movilidad sostenible del CDTI, inteligencia artificial y vehículo conectado. En total, llegarán a los 4.300 millones de euros. De esta manera, el desarrollo del proyecto prevé una inversión total de más de 24.000 millones de euros en el periodo 2021-2023 entre inversiones públicas y privadas.
El diseño del PERTE diferencia diferentes áreas. Por un lado están los bloques industriales de carácter obligatorio: en este apartado se incluyen ayudas a la fabricación de equipos originales y ensamblaje, la fabricación de baterías o pilas de hidrógeno y la fabricación de otros componentes esenciales adaptados al vehículo eléctrico y conectado. Aquí se encontrarían las iniciativas de mayor impacto, como la electrificación de las actuales plantas de manufactura de automóviles españolas o la construcción de una gigafactoría de baterías para vehículos eléctricos.
A esto se añaden los bloques de carácter adicional, complementarios a los obligatorios. Aquí destacan la fabricación de componentes del vehículo inteligente, la conectividad del vehículo eléctrico y la fabricación de sistemas de recarga. Este apartado persigue modernizar la industria auxiliar para adaptarla a las nuevas necesidades de la industria de la automoción.
Por último, estarían los bloques transversales de carácter obligatorio. Lo conforma el plan de economía circular, el plan de digitalización y el plan de formación y reciclaje profesional. Actividades que están destinadas a formar parte de la actividad rutinaria de las plantas españolas.