A través de grupos en WhatsApp o Telegram, los usuarios venden billetes indicando el sexo (hombre o mujer) y envían al comprador una fotografía con un documento nacional de identidad (DNI) para que se identifiquen en el caso de que el revisor se lo reclame en algún momento del trayecto.

En estos grupos, los vendedores ofrecen sus billetes a un precio estipulado, que normalmente ronda entre los tres y los cinco euros. Al mimo tiempo, los potenciales compradores solicitan tickets que encajen con los viajes que pretenden realizar. 

La mayoría de billetes que se comercializan pertenecen a abonos de Media Distancia y Avant, que cuentan con subvención pública (del 50% en el segundo caso) y son nominativos. 

En la descripción de cada mensaje, el vendedor específica el tipo de abono que ofrece, el sexo del billete nominativo y la hora del trayecto. Hay algunos usuarios que venden tickets a todas horas e incluso para un periodo de tiempo estipulado. Por ejemplo, "detallan que los abonos estarán disponibles hasta un mes concreto".

Este sistema se está convirtiendo en todo un mercado negro que comercializa billetes ilegales. Y para ello, usan el DNI de usuarios que realmente no están aprovechando esas plazas libres de los trenes. 

Desde EL ESPAÑOL-Invertia se ha podido observar como un determinado grupo de usuarios utiliza los DNI de diferentes personas para comprar abonos de distintos trayectos y luego revender esos billetes. La mecánica es sencilla: ofrecen una cuota a una persona concreta a cambio de que les ceda su documento de identidad para comprar dicho abono.

Billetes de diferentes conexiones

Después de esto, ese vendedor ilegal ofrece, automáticamente a través de distintos mensajes en redes sociales, billetes de diferentes conexiones, como Madrid-Valencia, Madrid-Valladolid o Madrid-Jaén.

Estas prácticas fraudulentas ayudan a que los estafadores obtengan grandes cantidades de dinero. Y algunos de los vendedores, como ha sabido este periódico, pueden acumular un gran número de abonos, de los que luego revenden billetes. 

Capturas de un grupo de whatshapp donde se puede aprecia esa reventa de billetes. E.E

Los pasajeros son conscientes de que Renfe ha incrementado la frecuencia de los controles aleatorios a bordo en Media Distancia y en los accesos a los trenes Avant para comprobar el correcto uso de los títulos bonificados. Por eso, no todos los viajeros se arriesgan a comprar un billete de otro usuario. Muchos otros también usan estos grupos para comprobar si, en determinados trayectos, el revisor pide el documento de identidad a los pasajeros. 

Tener más control de los pasajeros es una de las medidas que tomaron desde la red ferroviaria. Sin embargo, no han acabado por completo con las malas praxis de los usuarios. 

Sanciones

La venta en las redes sociales de estos billetes a terceros para un uso fraudulento tiene sus consecuencias. "En Renfe Viajeros, cuando se detecta esta mala praxis, se recaban las pruebas necesarias y, en el caso de que los hechos se confirmen, se denuncian ante las autoridades competentes", detalla la compañía.

Desde la empresa subrayan que este no es un problema solo que solo atañe a Renfe, sino que también afecta al resto de operadores. Ellos, por el momento, se encuentran en proceso de recabar las pruebas pertinentes en diversos de estos casos.

Además de para evitar las prácticas fraudulentas, Renfe quiso endurecer las políticas de control de pasajeros después de constatar que algunos usuarios de abonos bonificados de Avant y Media Distancia reservaban varias plazas y luego ni viajaban ni las anulaban. De esta manera, no permitían que otros viajeros pudieran hacer uso de ellas. 

Para evitar esta congestión, en los abonos de Media Distancia se prohibió formalizar más de cuatro viajes al día. Tampoco está permitido coger dos trayectos al mismo destino hasta que transcurra el triple del tiempo del viaje programado. 

El pasado 1 de marzo, como indica Renfe a este medio, la medida se extendió a los trenes Avant (Media Distancia en Alta Velocidad). 

Por ejemplo, si el tiempo de viaje entre dos estaciones es de una hora, y se ha reservado un tren con salida a las ocho de la mañana, sólo se podrá formalizar de nuevo otro que salga a partir de las once de la mañana.

En el caso de que un viajero no vaya a hacer uso de una plaza, deberá cancelarla con un mínimo de 60 minutos de antelación. Si no lo hace, se le incautará la fianza de 20 euros.

Además, suspenderá el pasaje gratuito a todos aquellos pasajeros, que hayan hecho un uso indebido y no hayan cancelado los viajes en al menos tres ocasiones. 

Nuevos trenes de Renfe para la línea de AVE entre Asturias y Madrid Europa Press

La tercera vez que un usuario haya utilizado de forma incorrecta el abono Avant, perderá el derecho a adquirir uno nuevo con descuento durante los siguientes 90 días y en el caso de los de Media Distancia lo perderán durante los siguientes 30 días.

Por otro lado, como ya ha indicado Renfe en varias ocasiones, si el revisor de la compañía ferroviaria detecta que un pasajero está utilizando el abono de otra persona, supondrá su retirada inminente y no existe la prohibición de adquirir un nuevo abono. 

La persona que porte el abono de otro usuario "debe abonar el viaje en su totalidad con el precio superior a un billete sencillo para ese trayecto, de acuerdo con lo indicado y autorizado en las condiciones generales de transporte", precisa la compañía ferroviaria.